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Wado de Pedro y Aníbal Fernández recibieron a Sandro Guzmán en Casa Rosada para definir su regreso al kirchnerismo.
Aunque Sandro Guzmán no rompe con el hermetismo a pesar de estar en boca de todos, hay imágenes que dicen más que mil palabras. Por eso, la foto de la reunión que el alcalde escobarense mantuvo esta martes con Aníbal Fernández y Wado de Pedro en la Casa Rosada habló por sí sola: su alejamiento del Frente Renovador y su regreso al kirchnerismo son un hecho consumado.
La foto no fue casual, para nada. Y mucho menos que haya sido difundida a través de la agencia estatal Télam. La charla con el jefe de Gabinete de la Nación y el secretario general de la Presidencia fue el último peldaño que Guzmán debió transitar para conseguir su readmisión en el Frente para la Victoria, desde donde buscará postularse para un tercer mandato en la Intendencia.
Así, Guzmán cumplió el viejo axioma: «El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen». En 2013, el jefe comunal se había ido al Frente Renovador y resultó electo diputado nacional por la lista que encabezó Massa. Menos de dos años después, tras haber pedido licencia en el Congreso para volver en diciembre pasado a la Comuna, regresa como el hijo pródigo al FPV, donde había recalado en 2008 tras abandonar el Paufe de Luis Patti por el cual llegó a escalar a la Intendencia.
«Fueron motivos personales y problemas de la conducción», explicaron desde el entorno de Guzmán sobre su ruptura con Massa, quien prefirió bendecir al concejal vecinalista Leandro Costa como su candidato a intendente en Escobar.
Así las cosas, aunque Guzmán aún se mantiene en silencio y «sigue de reunión en reunión», afirman sus allegados, su regreso al FPV ya es un hecho consumado. Desde el espacio que había decidido abandonar tratará ahora de lograr su segunda reelección, para lo cual primero deberá vencer en las elecciones primarias a Ariel Sujarchuk y, si lo logra, medirse mano a mano con Costa en los comicios generales de octubre.
