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Triunfo esperanzador. Parentini empuja la pelota y abre el marcador (Foto: Prensa Deportivo Armenio).
El conjunto del barrio San Miguel volvió al triunfo después de 17 partidos y aún sueña con mantener la categoría. Hernán Parentini y Matías Rojas, ambos en el primer tiempo, marcaron los goles del desahogo.
Deportivo Armenio ganó y es noticia. Tuvieron que pasar 246 días, casi 6.000 horas y una cantidad incontable de minutos para que el letargo del tricolor por fin concluya. Como en aquella mañana del 26 de septiembre de 2015 ante Almirante Brown, el conjunto de Maschwitz predominó en el juego y venció por 2-1 a Tristán Suárez para mostrar que aún está vivo en la Primera B.
Si habrá pasado el tiempo desde el último triunfo: por entonces el país era gobernado por Cristina Fernández de Kirchner, el dólar cotizaba a 9 pesos y monedas, los Pumas se lucían en el Mundial de Inglaterra y cuando se hablaba de Superman era solo para hacer alusión al conocido superhéroe.
Siete meses y 17 partidos después, la escuadra hoy comandada por Néstor “Coqui” Ferraresi pudo sacarse la angustia acumulada en el transcurso de la racha y volver a sumar de a tres, ante su gente.
Pegando en los momentos importantes y aprovechando sus chances al máximo, el local se puso en ventaja a los 11 minutos por intermedio de Hernán Parentini y amplió el resultado a los 23′ con un penal marcado por Matías Rojas, pieza clave del once inicial.
Armenio era superior y parecía tener todo bajo control, al punto que estuvo cerca de marcar un tercer gol antes de que termine la primera etapa. Pero en el complemento las cosas se complicarían. Primero fue el descuento del histórico Facundo Diz a los 15′; después, el juego interrumpido durante un cuarto de hora por la ausencia de la ambulancia y la incertidumbre a flor de piel.
Tras el parate, el encuentro se reanudó y el Lechero fue a la carga con todo su arsenal ofensivo, pero el tricolor aguantó estoico, apelando a la frescura de sus juveniles, y así sumó su primer éxito en la temporada.
El panorama pinta difícil con los rivales directos como Español y Urquiza en alza y un Colegiales casi salvado. Sin embargo, el fútbol es la dinámica de lo impensado y hoy Armenio mostró signos vitales en su pelea por mantener la categoría. Aún tiene el respirador artificial a cuestas, pero su vida en la Primera B no está agotada todavía.
La lucha por la permanencia
Solo un equipo descenderá a la Primera C cuando culmine la temporada. Sin embargo, varios son los que están peleando a capa y espada por mantener la categoría. Uno de ellos es el Deportivo Armenio, que hasta el momento es quien más comprometido está en la carrera.
El tricolor suma 123 puntos en 114 partidos -promedio de 1.078- y está cuatro unidades por debajo de Comunicaciones y UAI Urquiza -ambos con 127, aunque los de Villa Lynch con un encuentro menos-. En la misma lucha aparece Almirante Brown con 1.120, aunque divide por menos partidos, algo que puede ser tanto favorable como perjudicial.
A la escuadra del barrio San Miguel solo le sirve ganar o ganar. Además, aún tiene un encuentro postergado ante San Telmo en la Isla Maciel que puede ayudarlo a acercarse a sus rivales directos.
Por Alejo Porjolovsky
