Las llamas iniciaron en la madrugada y consumieron casi toda la estructura de ambos comercios, ubicados a la altura del kilómetro 40 de la Panamericana. Unas 27 dotaciones de bomberos trabajaron en el lugar. El dueño denunció que fue intencional.
Impactante. Las lenguas de fuego consumieron velozmente el aserradero y el depósito de colchones.
El dueño del establecimiento denunció que es el quinto incendio intencional que sufre. Las llamas también devastaron un depósito de colchones contiguo. Más de 70 bomberos trabajaron para apagar el fuego.
Un voraz incendio destruyó prácticamente por completo este lunes a la madrugada un aserradero y un depósito de colchones ubicados a la altura del kilómetro 40 de la autopista Panamericana, en la localidad de Garín. Más de 70 bomberos voluntarios combatieron el fuego durante horas. Pese a las grandes pérdidas materiales, no hubo heridos a causa del siniestro.
El impactante episodio se inició alrededor de las 4 de la mañana, cuando un vecino despertó con un paisaje atípico y escalofriante: el aserradero ubicado sobre la Colectora Oeste y un inmueble lindero se encontraban ardiendo en llamas. Enseguida, dio el aviso a los bomberos voluntarios.
Al lugar llegaron 27 dotaciones de los cuarteles de Garín, Escobar, Don Torcuato y Tigre, que trabajaron durante horas con un elevador, carros hidrantes y más de 70 efectivos involucrados en el operativo. Si bien no hubo víctimas ni bomberos afectados en sus vías respiratorias por el humo, sí se confirmaron cuantiosas pérdidas económicas para los dueños de ambos comercios.
El incendio destruyó gran parte del Aserradero Panamericano, del que solo quedaron a salvo una de las naves y un depósito a cielo abierto localizado en el fondo del predio. Distinta suerte corrió el depósito de colchones, cuya destrucción fue total.
Además, ambos inmuebles tienen peligro de derrumbe y los cables de electricidad quedaron tendidos sobre el asfalto.
“Es el quinto incendio intencional que tengo. No sé cuál es el objetivo, sé que es un ataque mafioso”, denunció el dueño del aserradero, Darío Romano, a Crónica TV. El último hecho de este tipo había ocurrido en junio de 2013 (ver nota acá), cuando ardió uno de los depósitos del establecimiento.
“Siempre tengo el apoyo de los proveedores, pero esta vez hicieron mucho daño. Tengo mucha indignación y bronca”, agregó. Según detalló, el lugar contaba con disyuntores y las instalaciones reglamentarias correspondientes.
A pesar del reclamo del hombre, los peritos aún no pudieron determinar las causas por las que se generaron las llamas. El jefe de Bomberos de Garín, Adrián Peralta, aseguró a media mañana que el fuego estaba controlado, pero señaló que aún tendrían un largo trabajo por delante: “La remoción de los escombros nos va a llevar hasta la noche”, señaló.
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