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Los manifestantes tuvieron forcejeos con la Policía y rompieron un vidrio de la puerta de acceso al edificio. Como el Intendente no los recibió, decidieron ir a cortar la autopista Panamericana, en la entrada a Escobar.
Trabajadores municipales enrolados en ATE protagonizaron esta mañana una jornada de protesta que incluyó el corte de una mano de la autopista Panamericana y aislados incidentes frente al Palacio Municipal, donde reclamaron ser atendidos por el intendente Ariel Sujarchuk, quien no los recibió.
La manifestación comenzó pasadas las 8 de la mañana, cuando afiliados al gremio de trabajadores estatales de distintos distritos descendieron de tres colectivos en la esquina de la plaza San Martín y prendieron fuego varios neumáticos, lo que generó una espesa humareda que se esparció por el centro de la ciudad.
Los reclamos consistían en la reincorporación de 14 trabajadores y mejoras salariales, aunque esto último comenzó a implementarse a partir de este mes con el pago del primero de los tres aumentos previstos para 2016 por la actual gestión de gobierno.
Ante una desproporcionada presencia policial -había poco menos de un uniformado por persona- y al no obtener una respuesta favorable al pedido de audiencia con el intendente Sujarchuk, los manifestantes quisieron entrar por la fuerza al edificio municipal y rompieron a golpes de puño uno de los vidrios de la puerta de acceso. Ahí se produjeron algunos momentos de tensión y forcejeos que no pasaron a mayores.
La infructuosa espera en la esquina de Estrada y Asborno finalizó poco antes de las 11, cuando los responsables de la movilización decidieron trasladar la protesta a la autopista Panamericana, sobre la mano a Provincia, en la entrada de Escobar, donde mantuvieron interrumpido el tránsito vehicular durante media hora.
Finalmente, la protesta se diluyó y el único resultado que dejó fue una mayor tensión en la relación del sindicato con las autoridades municipales.
