No es solo la parte de una letra de Arjona, sino una manera de empezar a aclarar algunas cosas en la temática de la violencia de género, que tiene más oscuros que claros. Por Diego Oscar Ortiz.
No es solo la parte de una letra de Arjona, sino una manera de empezar a aclarar algunas cosas en la temática de la violencia de género, que tiene más oscuros que claros.
La primera aclaración es que la violencia de género no es una tendencia actual, sino que siempre existió pero en los últimos años se fue visibilizando más con el tratamiento en los medios de comunicación, la sanción de leyes específicas como la ley 26.485, la creación o promoción de lugares de contención y denuncia, casos resonantes en los medios, etcétera.
¿El motivo de la violencia? (parafraseando lo que preguntó una conductora). No hay ningún motivo ni justificativo para el maltrato. Una de las claves para comprender su origen es entender la historia, la cultura y la idiosincrasia de cada país, incluso de cada provincia o región para ahondar en la historia de cada familia.
Otra de las confusiones que se dan, es que se piensa que la violencia de género es igual a la violencia familiar. La violencia de género es el todo y la violencia familiar es una forma o modalidad de ejercer violencia de género, junto con otras como la violencia institucional, laboral, mediática, obstétrica, reproductiva.
A su vez, los casos de violencia de género no distinguen sectores económicos, religiosos ni culturales. Se puede dar en la clase más alta, la clase media como en la clase más baja. Se da indiscriminadamente en cualquier ámbito (en el hogar, en el trabajo, en una institución, en los medios de comunicación) y en cualquier caso cuando hay una relación desigual de distribución de poder entre los géneros.
Lo importante es informarse de qué se trata la violencia de género, para que podamos trasmitir esa información de generación a generación.
Por Diego Oscar Ortiz
Abogado y Profesor Universitario (UBA)
Coautor del libro Violencia Familiar, aspectos prácticos, de Editorial Hammurabi.