Vecino denuncia maltratos de un vigilador en el hospital provincial Enrique Erill

DIRECTOR DE EL DÍA DE ESCOBAR CIRO D. YACUZZI DE MI CONSIDERACIÓN: El 26 de febrero llegué en una ambulancia al hospital Erill con un cuadro de intoxicación por hacerme cargo de una fumigación durante el día anterior. Tenía dolor de pecho, mareos, dolor de espaldas y náuseas. Me pusieron suero y me hicieron unos […]

lunes 05 febrero, 2024

DIRECTOR DE EL DÍA DE ESCOBAR

CIRO D. YACUZZI

DE MI CONSIDERACIÓN:

El 26 de febrero llegué en una ambulancia al hospital Erill con un cuadro de intoxicación por hacerme cargo de una fumigación durante el día anterior. Tenía dolor de pecho, mareos, dolor de espaldas y náuseas.

Me pusieron suero y me hicieron unos análisis, cuyo resultado fue un cuadro de anemia como el que tuve el año pasado con una neumonía muy avanzada.

A las 5 de la mañana, noté que el suero y la transfusión estaban infiltrados. Al rato, llegó mi señora y notó que la enfermera de turno estaba tomando mate con tres compañeras. Le pidió que venga a mi camilla a destapar el suero y lo hizo.

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Más tarde, apareció una doctora que le pidió a mi esposa que se retire y vuelva a las 11:45, cuando ella le daría un informe de mi estado de salud. Ella volvió a las 12, pero un vigilador le pidió que se vaya. Nosotros le hicimos saber que la médica la había citado para hablar del cuadro clínico y el maleducado le dijo que se retire y cuando sea necesario que vaya nos avisaba.

No conforme con el trato que ese hombre le dio a mi pareja, le pedí que llamara a la enfermera para que me saque el suero, porque yo me iba. La respuesta de él fue: “Sacátela vos si te querés ir”.

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Levanté el pie donde tenía el suero, me fui a la sala de espera y el desubicado me acusó de querer robármelo. No me gustó que me acuse de ladrón, ingresé nuevamente y me quité la vía, que ya había terminado de pasar la sangre.

Hubo un policía que observó todo y nos acompañó a mí y a mi esposa hasta la puerta, despidiéndonos en forma afectuosa. Pidió que nos quedáramos y tanto él como la secretaria le fueron a avisar a la doctora, que jamás se hizo presente. Para volver a ser maltratado, no volvería.

Roby Gomero (Ingeniero Maschwitz)