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Sobre el escenario, Macarena disimula sus 14 años y se desenvuelve con una solidez que en Zárate cautivó al público.
Macarena Ailín Sosa, “La Pituca”, tiene sólo 14 años, es vecina del barrio Lambertuchi y está cursando el cuarto año de Orientación en Ciencias Sociales en el Instituto San Vicente de Paul, porque sueña con ser psicóloga.
Lejos de amilanarse ante unas mil personas, floreó este sábado 19 su estampa y su voz en la noche zarateña durante el 2º Festival Provincial del Tango, donde ganó el centro del escenario interpretando “Y te parece todavía”, con el desparpajo de una veterana.
Cuando todavía el público seguía aplaudiendo su intervención, El Día de Escobar tuvo la oportunidad de charlar con ella para conocerla y presentar en sociedad a este nuevo talento artístico de la ciudad de la flor.
– ¿Cuándo comienza tu relación con la música, con el canto?
– Siempre me gustó cantar, pero desde hace un año y medio decidí estudiar canto. Mi profesor es Martín Valbuena, de Escobar. Al principio comencé con baladas, temas en inglés, después empecé a incursionar con el tango. Me daba cosa, porque además de cantar propiamente se debe interpretar.
– ¿Cuál fue el primer tango que cantaste?
– Fue “Garganta con arena”, antes de empezar a estudiar canto. Y como de la letra tenía que preguntar quiénes eran Goyeneche, Troilo, Juárez, me empezaron a interesar otras cosas.
– Así que “La Pituca” nació hace relativamente poco…
– (Se ríe) Y… sí, me pareció copado que pudiera tener un nombre artístico que tenga cierto glamour… (vuelve a reírse). En la escuela nos hicieron estudiar letras de canciones, más que nada saber cómo y qué decían. Fue el tango “Cambalache” el que me llamó mucho la atención, por cómo estaba escrito. El lunfardo era para mí algo desconocido. Tuve que investigar prácticamente toda la letra, aparecían palabras que no conocía el significado… Me pareció genial encontrar el sentido de las palabras.
Bajo el escenario, con las pilchas de adolescente, tiene los mismos gustos que cualquiera de sus amigas: escucha música desde su teléfono celular, cuando puede entra al Facebook para chatear o dejar mensajes y expresa en su vocabulario, casi como muletillas, “mortal”, “genial” o “copado”, para cerrar hipérboles entusiastas de la nueva generación.
– ¿En tus ratos libres, escuchás solo tango?
– No, ¡escucho de todo! Green Day, Aerosmith, Pink, Queen y Bon Jovi, que me parecen lo más. Hace poco fui a ver un recital de una banda tributo a Queen que estuvo mortal… con mucho despliegue, los instrumentos, una gran voz del cantante… me gustó muchísimo.
– ¿Qué esperas de tu futuro como cantante?
– Espero seguir estudiando canto, perfeccionándome. Al principio me costó entender que tenía que saber respirar para poder cantar, que había que vocalizar para potenciar la voz. Pero ya lo tomo como algo natural; seguiré con el tango, sin dejar de lado otros géneros o estilos de música, buscando un lugar en el mundo de la música.
Macarena espera con ansiedad los 15 años que cumplirá el 18 de mayo, pero que festejará en noviembre. Mientras carga su muñeca izquierda con pulseras multicolores de distintas formas y un reloj rosado, sobre la derecha descansan otras más “formales”. De tanto en tanto saca un espejo para acomodarse el flequillo por enésima vez. Después de todo, deja de ser Macarena para darle paso a “La Pituca” sólo en el escenario.
Parafraseando la poética tanguera, tendrá que cuidarse ya que “la fama es puro cuento” y “yo sé que ahora vendrán caras extrañas”, pero esta pebeta, linda como una flor, tiene los cimientos para edificar el sueño de tener un lugar en el mundo de la música. Le sobran ganas y talento.
