Noventa voluntarios de Un Techo para mi País y 200 personas representando a empresas que apoyan la propuesta de la ONG trabajaron durante el fin de semana en los barrios Monte Lali, Villa Bote y La Chechela, en Belén de Escobar, construyendo 22 casas para las familias más necesitadas.
A partir de los resultados obtenidos de un estudio que se realizó a principios de año para detectar cuáles son los barrios y las familias que tienen mayores carencias en el partido de Escobar, Un Techo para mi País también trabajó en estos últimos meses levantando módulos habitacionales de madera y techo de chapa en Maquinista Savio, Ingeniero Maschwitz y Garín.
“El primer paso es visitar a las familias y hacerles una encuesta en donde juntamos todos sus datos: qué enfermedades tienen, cuáles son sus ingresos, cómo es la vivienda que habitan en ese momento, cuánta gente hay en ella. Después establecemos prioridades, por cosas como si tienen piso de tierra o por el material que tienen en el techo, y definimos quiénes son los que necesitan ayuda con más urgencia”, explicó a El Día de Escobar una de las coordinadoras del barrio, Delfina Vitale.
Un Techo para mi País no cree en el asistencialismo, por lo que cada familia paga por la casa un valor total de $650, en cuotas mensuales. “Es casi el 10% de lo que sale la vivienda y es una forma de que la familia se apropie de ella. A muchos $650 les parecerá muy poco, pero a esta gente tan necesitada le cuesta muchísimo pagarlo”, remarca la voluntaria.
En cuanto a cuál es la participación de los beneficiarios en la construcción de la casa -cuyo armado lleva dos días de trabajo y no se suspende por lluvia- los jóvenes de la ONG explican que nadie está esperando que llegue una empresa constructora a levantar la casa, sino que ésta llega y como es mucho trabajo para que lo haga la familia sola, los voluntarios van a dar una mano. “No es que ellos tienen que ayudarnos a nosotros, nosotros venimos a ayudarlos a ellos”.
El trabajo de la reconocida ONG continuará en el distrito durante los próximos meses, a medida que vayan consiguiendo los recursos para minimizar las necesidades en los 25 asentamientos y villas que detectaron en Escobar.
Pese al mal tiempo, la ONG trabajó sábado y domingo en Escobar.
Noventa voluntarios de Un Techo para mi País y 200 personas representando a empresas que apoyan la propuesta de la ONG trabajaron durante el fin de semana en los barrios Monte Lali, Villa Bote y La Chechela, en Belén de Escobar, construyendo 22 casas para las familias más necesitadas.
A partir de los resultados obtenidos de un estudio que se realizó a principios de año para detectar cuáles son los barrios y las familias que tienen mayores carencias en el partido de Escobar, Un Techo para mi País también trabajó en estos últimos meses levantando módulos habitacionales de madera y techo de chapa en Maquinista Savio, Ingeniero Maschwitz y Garín.
“El primer paso es visitar a las familias y hacerles una encuesta en donde juntamos todos sus datos: qué enfermedades tienen, cuáles son sus ingresos, cómo es la vivienda que habitan en ese momento, cuánta gente hay en ella. Después establecemos prioridades, por cosas como si tienen piso de tierra o por el material que tienen en el techo, y definimos quiénes son los que necesitan ayuda con más urgencia”, explicó a El Día de Escobar una de las coordinadoras del barrio, Delfina Vitale.
Un Techo para mi País no cree en el asistencialismo, por lo que cada familia paga por la casa un valor total de $650, en cuotas mensuales. “Es casi el 10% de lo que sale la vivienda y es una forma de que la familia se apropie de ella. A muchos $650 les parecerá muy poco, pero a esta gente tan necesitada le cuesta muchísimo pagarlo”, remarca la voluntaria.
En cuanto a cuál es la participación de los beneficiarios en la construcción de la casa -cuyo armado lleva dos días de trabajo y no se suspende por lluvia- los jóvenes de la ONG explican que nadie está esperando que llegue una empresa constructora a levantar la casa, sino que ésta llega y como es mucho trabajo para que lo haga la familia sola, los voluntarios van a dar una mano. “No es que ellos tienen que ayudarnos a nosotros, nosotros venimos a ayudarlos a ellos”.
El trabajo de la reconocida ONG continuará en el distrito durante los próximos meses, a medida que vayan consiguiendo los recursos para minimizar las necesidades en los 25 asentamientos y villas que detectaron en Escobar.