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El maschwitzense Juan Canavas luce su medalla y su remera de campeón mundial tras su triunfo en Arkansas.
El maschwitenze Juan Canavas se consagró campeón del mundo de taekwondo tras obtener el primer puesto en la categoría formas en el Mundial de Arkansas, organizado por la Asociación Americana de Taekwondo (ATA). Capacidad, sacrificio y dedicación mediante, nace un nuevo orgullo local.
El viernes 12 de julio, cerca del mediodía en la ciudad de Little Rock, capital del Estado norteamericano de Arkansas, un maschwitenze de 33 años se inscribía en la historia grande del taekwondo. Tras llegar a la final con el puntaje más alto -23 de 27 posibles- entre 16 competidores de todo el mundo y ganarle en esa instancia a un contendiente local por fallo unánime, el primer dan Juan Canavas se consagró campeón mundial de la disciplina en la especialidad de formas -lucha imaginaria-.
“Antes de subir al avión te tiemblan las piernas, parado al lado del cuadrilátero también y adentro del área también, pero después, cuando te dan el resultado y te dicen que sos el campeón, se afloja todo y te caes al piso”, expresó Juan Canavas, aún emocionado, a EL DIA de Escobar.
“Lo que sigue de ahí en más es todo para arriba, es un abrazo atrás de otro, es llegar acá y juntarte con la gente que más querés, que estaba pendiente todo el tiempo de lo que pasaba”, agregó en relación a las sensaciones vividas.
Además de lograr la medalla dorada en la especialidad “Formas” de primer dan de entre 30 a 39 años, Canavas obtuvo un importante cuarto puesto en la categoría “Formas con armas” y participó en las de “Sparring” -lucha- y “Sparring con armas”, aunque en estas, por disputarse los días posteriores al gran triunfo, no le fue tan bien. “Estaba festejando y no pude contener la emoción hasta el final”, explicó.
El residente maschwitenze, con pasado en Garín, viajó a Arkansas -sede madre de la ATA- integrando la delegación argentina de la Songahm Taekwondo Federation (STF), filial de la ATA en Sudamérica. Entre los representantes del país se encontraba su instructor, el cuarto dan Milciades Mareco.
Actualmente, además de entrenar incansablemente en la Academia “TKD Arte Marcial” de Ingeniero Maschwitz de cara a las próximas competencias, Canavas tiene como meta principal recibirse de instructor certificado y de esa manera poder enseñar el legendario arte marcial coreano.
Una historia muy particular
Que un campeón mundial se gane la vida trabajando como asesor de ventas de una empresa metalmecánica no resulta extraño -al menos en este país-, ya que el taekwondo es un deporte amateur y por ende muy pocas personas tienen la fortuna de vivir de su práctica. Lo que sí llama la atención, y sobre todo en el arte marcial, es que Juan Canavas haya empezado a practicarlo hace tan sólo tres años.
“Fue una jugada del destino. Entre acá porque mi mujer estaba buscando un gimnasio y un día recorrimos toda la avenida Villanueva, pasamos por acá, vi luz y entré para consultar. Me atendió Milciades y me dijo que sólo enseñaban taekwondo. Le dije que eso no era para mi mujer, y cuando me estaba yendo me di vuelta y pregunté: ¿Y cómo es?”. Esa situación ocurrió en marzo de 2010. Tres años después, y con varias competencias internacionales al hombro, se consagraría campeón mundial.
“Hay dos formas de ver al taekwondo: como un deporte que acondiciona el físico o como una disciplina. Yo prefiero verlo como una disciplina, como algo que cualquiera puede aplicar en cualquier ámbito de su vida, inculcando valores y respeto por los demás. El taekwondo me ha demostrado que se puede hacer algo por la sociedad”, reflexionó el número uno maschwitenze.
Por Damián Fernández
