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Mentores. Amigos y compañeros de colegio del adolescente participaron de la campaña (Foto: Lucrecia Montaldo).
La campaña iniciada tras el asesinato del joven Scaldafferro permitió comprar tres monitores multiparamétricos para el nosocomio local. “Es una muestra de que Escobar puede salir adelante si todos nos unimos”, expresaron.
El dolor y la conmoción por el brutal asesinato de Martín Scaldafferro (16) en una frustrada entradera, ocurrida el viernes 12 de agosto a la tarde en Belén de Escobar, lejos de generar resentimiento y sed de venganza en la familia, se tradujo en una acción solidaria: la colecta de fondos para el hospital Erill, que el viernes 16 llegó a su fin y arrojó un saldo más que positivo: $168.812,25.
La iniciativa impulsada por los primos del joven, fallecido en la madrugada del sábado 13 de agosto en el nosocomio escobarense, finalmente podrá cumplir con su objetivo de “contribuir con la mejora, equipamiento y reacondicionamiento” del establecimiento. Es que gracias al monto recaudado a través de las urnas colocadas en diversas escuelas y comercios del distrito, se logró la compra de aparatología de última generación que se encontraba en primer lugar dentro de la lista de prioridades del Erill.
Se trata de tres monitores multiparamétricos Philips Goldway G30, modelo B45, que son utilizados para supervisar los signos vitales de los pacientes y que ahora permitirían habilitar más camas en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), según se informó. La donación será entregada este viernes a la mañana. “Se pagó un total de $170.070 por los tres. Para llegar al tercero faltaban unos pesos, por lo que se recurrió a una ‘vaquita’ entre amigos y conocidos para poder obtenerlo”, expresó la familia Scaldafferro-Leonardi a El Día de Escobar, tras elaborar un informe tan minucioso como transparente.
Aclararon que la compra realizada se ajustó a un listado de necesidades entregado por el propio director asociado del Erill, Marcelo Castellano. “Nos reunimos con él para conversar acerca del estado en el que se encuentra el hospital y para tomar nota de las necesidades prioritarias que presenta. Se confeccionó una larga lista, dentro de la cual figuraba desde equipamiento complejo, hasta elementos médicos e insumos pequeños”, explicaron, al mismo tiempo que aseguraron que “los monitores son solo la punta del iceberg, falta muchísimo”.
“Las cunitas del área de maternidad no poseen ruedas, por lo que deben ser arrastradas por el piso. Sería ideal poder repararlas, para contribuir con la seguridad de los recién nacidos”, graficaron al respecto, y detallaron el inventario de faltantes, entre los que se cuentan cardiodesfibriladores, equipo portátil de Rayos X, cuellos Philadelphia, tablas rígidas, respiradores, tensiómetros con estetoscopio, camillas, mesas para comer y hasta tijeras, por mencionar solo algunos objetos.
Adhesión. La cruzada solidaria sumó 28 «puntos de colecta públicos», entre comercios y escuelas.
Durante la campaña, además de colaborar con dinero en las urnas distribuidas en los 28 “puntos de colecta públicos”, que incluyeron cinco comercios y 23 establecimientos educativos públicos y privados de todo el partido, muchísimas personas también se acercaron para donar insumos y material hospitalario, desde guantes de látex, jeringas, algodón, cinta adhesiva hipoalergénica, camisolines, barbijos y alcohol hasta algunos medicamentos.
“Nos sorprendió el nivel de adhesión que tuvo y la respuesta positiva de la gente. Se nos acercaron muchas personas expresando su solidaridad y ganas de colaborar. Estamos conformes con su resultado, considerando que la colecta se realizó de manera improvisada y fue ejecutada sobre la marcha”, señalaron, totalmente agradecidos, sobre el balance de la cruzada por el hospital Erill iniciada el lunes 15 de agosto, tan solo tres días después del crimen que conmocionó y movilizó a todo Escobar.
“Consideramos que este acto solidario no es más que un parche, que de ninguna manera alcanza a cubrir la ausencia del Estado. De todos modos, creemos que es una muestra fehaciente de que Escobar puede salir adelante y ser un lugar mejor si todos como ciudadanos nos unimos por el bien común”, concluyó la familia de Martín Scaldafferro, quien canalizó todo el dolor en una causa solidaria y dejó demostrado, una vez más, que la unión hace la fuerza.
