La ciudad de Garín posee un elemento con una característica peculiar y tal vez única en la provincia de Buenos Aires: un enorme reloj que no da la hora. Emplazado sobre el boulevard Presidente Perón, desde hace seis años está fuera de servicio y al parecer así seguirá indefinidamente.
El hermoso aparato dejó de funcionar en el año 2007 por un supuesto ataque vandálico, aunque vecinos de la zona afirman que “el Municipio se lo llevó porque daba mal la hora y nunca lo volvieron a traer”.
Conjeturas al margen, la única realidad es que dos de las tres caras del reloj dan siempre la misma hora, mientras que el restante directamente no existe porque la Municipalidad se llevó todas sus piezas.
Ubicado en la intersección del transitado boulevard Perón y la calle Fructuoso Díaz, a escasos metros del paso nivel, el reloj es una referencia geográfica de la ciudad para propios y extraños, pero el hecho de que no funcione va a contrapelo del criterio ornamental con el que fue colocado y los vecinos se quejan con razón.
“Es una vergüenza que no funcione, tan lindo que era y ahora es una postal horrible y sin sentido”, dice Mónica, mientras otros vecinos consultados por EL DIA de Escobar apuntan todos los dardos contra la gestión municipal por no repararlo. “¿Cómo puede ser que hace seis años no funcione? ¿La Municipalidad no se da cuenta de que es un lugar de referencia y que cuando viene alguien de afuera se nos caga de risa porque el reloj da cualquier hora?”, protestó Gustavo.
“Antes de llegar a la parada del colectivo miraba el reloj y depende la hora que daba corría o seguía caminando”, expresó, por su parte, Juan Carlos, evidenciando la importancia funcional antes que estética del pintoresco reloj garinense.
Ante una consulta de este medio, desde el Municipio expresaron que “al momento se han solicitado varios presupuestos para la reparación de los tres relojes existentes, tarea que se llevará a cabo próximamente», aunque no brindaron respuestas sobre los motivos por los cuales el reloj no opera desde 2007.
La inauguración y puesta en funcionamiento del reloj ocurrió en 2001, en el marco de los festejos a toda pompa por la remodelación completa del boulevard Perón, que tuvo al entonces intendente Luis Patti y al actual jefe comunal Sandro Guzmán, por entonces secretario de Gobierno, como los principales protagonistas de un acto multitudinario.
Casi doce años después, el imponente reloj no da la hora. O, mirándolo con un poco de humor, da siempre la misma. De no creer…