Cientos de manifestantes con los rostros tapados y fierros en las manos quisieron llegar hasta el Palacio Municipal, pero la policía los frenó una cuadra antes. Eran de la CCC y reclamaban mercadería para sus comedores. No hubo incidentes.
Frente a frente. La Policía Local frenó el paso de los manifestantes en la esquina de Tapia y Asborno.
Eran militantes de la Organización Clasista Revolucionaria que querían ir al Palacio Municipal a reclamar mercaderías. Pero la policía los frenó en la esquina de Tapia de Cruz y Asborno. Fueron varias horas de nerviosismo.
Una gruesa columna de manifestantes de la Corriente Clasista Combativa (CCC) marchó este miércoles a la mañana por el centro de Belén de Escobar con la intención de llegar hasta el Palacio Municipal para reclamar alimentos para sus comedores comunitarios.
Encapuchados y con fierros y palos en las manos, cerca de trescientas personas se movilizaron con actitud amenazante desde la estación de Escobar hasta la esquina de Asborno y Tapia de Cruz. Allí, un bloque de efectivos de la Policía Local les cerró el paso, impidiéndoles llegar hasta la sede de gobierno, que permaneció con sus puertas y ventanales cerrados precautoriamente.
Sin embargo, los manifestantes fueron atendidos por el secretario general de Gobierno, Javier Rehl, quien se acercó hasta la esquina de Tapia y Mitre para dialogar con algunos referentes de la denominada Organización Clasista Revolucionaria (OCR), la fracción más dura de la CCC.
Tensión. Con los rostros tapados, palos y fierros, los piqueteros se carean con la policía en la avenida.
Tras dialogar con el funcionario, la gruesa columna volvió sobre sus pasos por las calles Sarmiento, Travi y Rivadavia para concluir la movilización y comenzar a desconcentrarse.
Para entonces pasaron cerca de cuatro horas que se vivieron con mucha tensión en el centro de la ciudad por el intimidante comportamiento de los manifestantes, quienes hacían sonar las barras de fierro golpeándolas contra el asfalto mientras mantenían sus rostros cubiertos.
También resultó tan impactante como inusual la presencia de decenas de policías en la avenida principal, los alrededores del Palacio Municipal y la terminal de colectivos. Pese al temor de desmadres, no se registraron incidentes.
Por su parte, desde el Municipio afirmaron que “la asistencia alimentaria se canaliza a través del programa Escobar Hambre Cero y no a través de las organizaciones políticas”.
Precaución. Decenas de efectivos custodiaron el Palacio Municipal,, que permaneció con puertas y ventas cerradas.
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