“Va a ser dificilísimo, pero los sueños están intactos”, afirma el remero de Garín, que se está preparando con todo para pelear una plaza en los Juegos Olímpicos. Practica en el río Luján y en el canal Villanueva.
El remero garinense Francisco Esteras (30) pudo regresar con su actividad en el club Teutonia de Tigre, donde corre desde hace varios años. Si bien entrenaba por su cuenta desde antes -autorizado por ser deportista con chances de entrar a los Juegos Olímpicos-, ahora lo hace de manera más profesional y se pone a punto para lo que viene.
“Tengo la suerte de estar dentro de los deportistas que más rápido pudo volver a entrenar, por ser parte del grupo que tenía en vistas el preolímpico. Tuve mis recaudos y volví”, le cuenta a El Día de Escobar y El Deportivo Web tras su vuelta al agua.
“En el medio tuve que despedir a mi madre, que estaba luchando contra el cáncer y la pude acompañar en su proceso en plena cuarentena”, añade, mostrando su tristeza por la sensible pérdida que debió sufrir.
Durante los primeros meses del confinamiento obligatorio se mantuvo entrenando en su propia casa, donde instaló un simulador de remo para no perder tanto ritmo de prácticas.
“Tenía la chance de competir en los preolímpicos, que era la última chance de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio, y cuando se cambió la fecha al año próximo me puse la meta de volver a entrenar lo antes posible”, explica.
El garinense no desaprovecha ningún día. Si bien falta mucho para que vuelva a competir oficialmente, entrena lo mejor que puede. “Hace una semana pude volver a entrenar en mi club y aprovecho que no hay casi lanchas para remar en el río Luján y en el canal Villanueva, el mejor lugar de la zona”, sostiene, contando sus lugares ideales para remar varios kilómetros semanales.
Los objetivos deportivos para el remero garinense son múltiples para 2021, si la pandemia lo permite, claro está. Estaría en el Sudamericano de Brasil, en el preolímpico continental de Río de Janeiro -los dos en febrero- y en el preolímpico de mayo que se hará en Lucerna (Suiza).
“Apunto a estar en ambos preolímpicos, dependerá en qué bote quede seleccionado. Habrá dos plazas por categoría para entrar a Tokio, va a ser dificilísimo, pero los sueños están intactos”, confiesa, con todas las ganas y volviendo a encontrar la motivación en un año difícil para todos.
Por Javier Rubinstein