De manera agónica y en un partido muy disputado, el equipo escobarense obtuvo la clasificación ante su público imponiéndose por 74 a 66 en el tercer encuentro de los cuartos de final.
Costó sangre, sudor y lágrimas, pero Sportivo Escobar cumplió. Toda la presión de la derrota del primer encuentro ante Ciudad de Saladillo atormentaba a la ilusión albiceleste de conseguir el campeonato. Sin embargo, la garra y la mística del equipo local revivieron este fin de semana para igualar y luego finiquitar la serie de cuartos de final del Provincial ante su gente.
La caída por 89-69 del viernes 26 en el interior del país caló hondo en los muchachos de Gabriel Marcato. La obligación de obtener una victoria una semana después para continuar con vida en el torneo dejó a sus jugadores en una situación prácticamente inédita –si no se cuenta la final del certamen pasado-, aunque el 68-57 a su favor fue un alivio temporario para su dolor.
Este sábado había que salir nuevamente a la cancha para debatirse a duelo con los saladillenses, que otra vez volvieron a ser un hueso duro de roer y mantuvieron la ventaja a su merced por poco más de tres cuartos.
Sportivo siempre se mantuvo en juego y corriendo a su rival en el marcador a no más de 7 puntos de distancia. Así se generó un duelo entretenido y parejo que cambió de manos recién en los últimos diez minutos para ya no hacerlo más y dejar la serie de cuartos 2-1 a favor del local.
Fue triunfo por 74-66 y clasificación a las semifinales para el conjunto escobarense, que de escribir historias en el Provincial ya sabe mucho. Por el momento solo resta descansar y esperar el rival de la próxima instancia, aunque al albiceleste nadie le quita la satisfacción de estar entre los cuatro mejores del torneo de básquetbol de Buenos Aires.