Es un proyecto de ordenanza que presentó el bloque de concejales de Cambiemos. Sin embargo, una iniciativa similar fue aprobada en 1996 y nunca se cumplió.
Reducción. El sistema de cremación permite optimizar el espacio físico ocupado por sepulturas y nichos.
Es un proyecto de ordenanza que presentó el bloque de concejales de Cambiemos. Sin embargo, una iniciativa similar está vigente desde hace veinte años y nunca se llevó a cabo.
El bloque de concejales de Cambiemos presentó un proyecto de ordenanza que solicita la instalación y puesta en marcha de un horno crematorio municipal en el partido de Escobar.
La propuesta tiene como principal argumento la falta de capacidad de los cementerios municipales, motivada por el crecimiento poblacional, y la “urgente necesidad” de descomprimir la demanda en esos lugares. En ese sentido, los concejales afirman que en el mismo espacio de frente que ocupan 100 nichos pueden entrar 1.200 urnas, sin contar la profundidad.
Los legisladores también advierten que “los cementerios tradicionales son agentes potencialmente contaminantes, más aún cuando no hay constancias de estudios previos referidos a su instalación y medición del impacto ambiental que pueden generar”.
En este punto, la presentación de Cambiemos invoca un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-1988) que señala que “los cementerios deberían ser incluidos en el listado de actividades contaminantes”. A contrapartida, le resta importancia a las investigaciones que alertan sobre las malolientes emisiones de las cremaciones: “La tecnología actual permite la operación de quemar un cuerpo sin que exista emanación nociva de gases”, sostienen.
Un tercer aspecto que plantea el proyecto es la cuestión económica. “El costo que origina una cremación es muy inferior a los gastos de sepulturas y mantenimientos de tumbas y nichos, agregando la posibilidad de generación de ingreso a las arcas municipales”, explican los concejales macristas.
La iniciativa concluye que la instalación de un horno crematorio en el distrito generará un beneficio para los vecinos, quienes “no tienen ningún tipo de solución para casos de cremación de familiares a nivel local, debiendo recurrir a servicios de terceros por cuenta de las funerarias con el consiguiente incremento de costos”.
Una particularidad de este proyecto es que, al menos en su parte resolutiva, es prácticamente idéntico a la ordenanza 2073, sancionada en 1996, que nunca se llevó a cabo y ahora los concejales de Cambiemos solicitan derogar. La única diferencia entre ambas es que la primera establece la construcción de un crematorio en el cementerio municipal de Escobar, mientras que la actual iniciativa no determina ningún lugar en particular, aunque sí propone que se realice “en terrenos municipales a designar al efecto”.
El único antecedente de un crematorio en el partido de Escobar es que el funcionó a comienzos de 2000 contiguo al cementerio privado del barrio Coprovi, que cerró sus puertas a los pocos años.
Por lo pronto, el proyecto de Cambiemos se encuentra en comisión a la espera de un dictamen que favorezca su tratamiento en sesión.
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