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Los titulares “Escobar, tierra de narcos” o “Escobar, ¿tierra de narcos?”, ¿impactan de la misma manera? Dependerá de cada lector. Lo cierto es que en ambos casos queda la idea fuerza que Escobar es tierra de narcotraficantes.
Cuando estoy en algún punto de país y me preguntan sobre el lugar donde desarrollo actividades, queda definida la relación: “Escobar, Fiesta Nacional de la Flor”. Algunos mencionan un lugar para vivir, otros dicen un lugar para realizar inversiones, etcétera.
¿Es agradable que Escobar tenga el estigma del mundo narco? Me imagino que quienes tienen sus sentimientos y desarrollos en este lugar no deben querer que así sea.
Hace rato que se hacen comentarios en Escobar sobre la cuestión narco, y da la sensación de que es con cierta intención de apuntar a la figura del responsable institucional del Ejecutivo Municipal. Hubo desagravios en otros momentos, pero lo cierto es que siempre circula y queda instalado como idea.
Tuve ocasión de hablar tanto con el periodista y director de Escobarnews, quien escribió el artículo, como con quien llevó la presentación ante la justicia.
Cuando uno lee un título atractivo como el que se menciona, genera un disparador para la lectura, pero luego su contenido es sólo un relato de los hechos con algunos latiguillos. Lo cierto es que el título está, en la red esto corre y ahí se presentan varios problemas. Uno de ellos sería si hay información que el artículo no menciona.
Un periodista, además de ser tal, es también un ciudadano, con los mismos derechos y obligaciones que el resto de los ciudadanos para aportar información donde corresponda, en este caso la justicia.
Ahora bien, ¿hizo lo correcto el Secretario de Gobierno al llevar estos aportes periodísticos y la posición del Jefe de Estado Municipal a la justicia? ¿Es comparable este caso respecto a la denuncia del Grupo Clarín a los periodistas Sandra Russo, Nora Veiras y Vicente? Ni por asomo son iguales.
El grupo Clarín denunció penalmente a los periodistas Russo, Veiras y Vicente. El Secretario de Gobierno llevó a la justicia la publicación periodística y el decreto firmado por el Intendente y el Jefe de Gabinete porque es un tema muy delicado.
Es más, no tuve oportunidad de presenciar el debate en el Honorable Concejo Deliberante de Escobar, pero sería interesante sumar la versión taquigráfica de las sesiones que mencionan sobre la cuestión. Tal vez algunos ediles pueden ampliar información respecto a este delicado asunto y, seguramente, podrían servir de aporte, porque los ediles también son ciudadanos, al igual que los periodistas.
Mi solidaridad con los periodistas Sandra Russo, Nora Veiras y Vicente.
Así como fue impactante el titular “Escobar, tierra de narcos”, también lo fue el titular, o editorial, “¿Corre peligro la libertad de expresión en Escobar?”. Hay que reconocer la habilidad del periodista para generar títulos. Es bueno que opine, que siga con su estilo transgresor. Pero también que acepte opiniones de otros, por ejemplo, cuestionarse si estos títulos impactantes para su medio, tal vez, vayan dejando una imagen un tanto oscura para el distrito de Escobar. Valen las opiniones de periodistas como de lectores.
Por otro lado, siempre cuestionamos la inacción de los funcionarios frente a temas calientes. En esta oportunidad, el Secretario de Gobierno actuó presentándose ante la justicia con los aportes mencionados.
Creo que el problema es que se están estableciendo estigmas que pueden dañar el imaginario escobarense. Que vivan las opiniones. Que vivan los funcionarios que actúan como deben actuar. Que viva la política. Que viva la libertad de expresión.
No hay ataque al medio ni al periodista. Es tiempo de ser más cuidadosos cuando se habla tan livianamente del narcotráfico. Para eso está la justicia, para investigar y actuar. Para eso están los ciudadanos, para aportar cuando hay información y puedan colaborar para un estado de derecho.
Creo que esto también merece una reflexión para quienes militamos en política. Cuando se deslizan estos comentarios, no nos podemos seguir haciendo los distraídos o mirar para el costado. El imaginario narco de Escobar va contra todo Escobar, incluso contra la política, porque se desliza complicidad política respecto al mundo narco.
Por otro lado, aún tengo presente cuando en 1999 el actual Juez de Faltas de Escobar fue a clausurar una radio de Maquinista Savio, recuerdo aún su mirada de placer al cerrar el medio. La radio tuvo que mudarse a Pilar. Se cometió el error de opinar sobre quien hoy está alojado en Marcos Paz. Eso creo que sí fue grave. No recuerdo voces en aquel momento rechazando falta de libertad de expresión; si las hubo fueron contadas excepciones. Hoy estamos en un nuevo momento, estamos debatiendo la democratización de la palabra a partir de la Ley de Medios Audiovisuales.
El silencio cómplice no es bueno, ni con la cuestión narcotráfico ni con la libertad de expresión. Bienvenida la discusión. Creo que Escobar merece un debate fuerte, abierto y no seguir jugando a las escondidas.
Escobar merece debatir todo. Creo que debemos estar a la altura de las circunstancias.
Hugo Cantero
