Por estar ubicada en un lugar muy concurrido de colectivos, mi panadería estaba casi siempre llena de gente. Aunque cada uno comprara dos pancitos, era un incesante entrar y salir de personas…
![Malos pensamientos](https://i0.wp.com/www.eldiadeescobartest.com.ar/wp-content/uploads/2016/10/edmr.jpg?resize=630%2C363&ssl=1)
Por estar ubicada en un lugar muy concurrido de colectivos, mi panadería estaba casi siempre llena de gente. Aunque cada uno comprara dos pancitos, era un incesante entrar y salir de personas…
El cuerpo de Camilo yacía inerte en la cama de aquel hospital. Su madre sentada a su derecha inmóvil, desde el día de aquel horrible accidente.
“Porque mi pizzería, queridos clientes, ha sido mi verdadero proyecto de vida... la herencia más preciada que me dejó mi padre luego de haber instalado este negocio en 1929. Desde entonces, siempre hemos puesto el ojo fijo en la calidad de nuestro producto: nuestras...
La historia del “Viejo” Ricardo, un pintoresco personaje que frecuentaba el mítico bar y pizzería “La Pérgola”. Por Juan Carlos Villalba.
El “Negro” Iñiguez había escuchado una palabra nueva, desconocida y extraña para el escaso vocabulario barrial, y aunque no sabía su significado, la atesoraba secretamente… Por Juan Carlos Villalba.
Con una flor de cardo entre las manos y los ojos mojados por lagunas de plata, rostro con color de siena sombreado por las siestas de la pampa…
Un cuento de Canio Nicola Iacouzzi, con personajes y hechos de todos los días .
Un concierto de piano “único en el mundo”, a cargo del personaje más increíble del mítico bar “La Pérgola” de Escobar. Por Juan Carlos Villalba.
A los 87 años, el tío Verri vivió uno de los días más felices de su vida. Por Juan Carlos Villalba.
La Pérgola, sus clásicos personajes y otra historia recreada en la pluma de Juan Carlos Villalba.
Con humor y nostalgia, Juan Carlos Villalba revive la historia de un pintoresco personaje que frecuentaba el mítico bar escobarense La Pérgola.
Juan Carlos Villalba revive la historia de un simpático personaje de barrio recordado por sus “manos milagrosas”.
Si la vida fuese como en el país de GENIUS, engendraría ideas para evitarme la permanencia -infructuosa- en una enorme telaraña ante: los niños desamparados con rostros melancólicos, la violencia, la injusticia, el desatino…
El “Flaco” Salinas y La lengua de doble filo, una historia de periodismo barrial. Por Juan Carlos Villalba.
A 75 años de su fallecimiento, un recuerdo desde la extinta pizzería “La Pérgola”. Por Juan Carlos Villalba.
Batman, Robin, Gatúbela, Popeye, Tarzán y Rambo son sorprendidos por dos extraños personajes. Por Juan Carlos Villalba.
A mediados del siglo pasado, un campesino italiano se debate entre el arraigo y un mejor horizonte en nuestro país. Por Eduardo Tropeano.
Juan Carlos Villalba rememora el “ferrocidio” de los ’90 a través de un diálogo entre amigos que recuerdan una historia cruda y paradojal.
El codirector de Informe 21, Eduardo Tropeano, muestra sus dotes de escritor con una historia que refleja la delgada línea entre la vida y la muerte.
Con varios protagonistas conocidos y pintorescas pinceladas del pueblo que hoy es Escobar, Juan Carlos Villalba mezcla humor y ficción en un entretenido relato.
“La Pérgola” de Escobar tenía esa “mezcla milagrosa” de la que hablaba Discépolo. Fue, durante muchos años, como La Isla de la Fantasía, un lugar donde todo podía ser realidad. Frecuentada por personajes extravagantes, funcionarios encumbrados, atorrantes bohemios,...
Nadie de quienes conocen a Pepito puede decir que lo que sigue es puro cuento, aunque los hechos son más dignos de una novela. Se crió en el potrero con nosotros, fue amigo de la infancia hasta los nueve años, cuando se lo llevaron y nadie volvió a saber más sobre él,...
En aquellos años había más tiempo para todo. Más tiempo para estar en casa, para salir, para leer, o para lo que sea. El barrio era apenas un salpicado de casitas modestas, unas por aquí, otras más allá, la otra más al fondo. La metodología de expansión de la zona...
La mujer permanecía detrás de la puerta, apoyada en ella, con los ojos desorbitados y las manos puestas tapando su boca. Quedó ahí por largo rato, porque esperó a recuperarse de la sorpresa que le causó el diálogo que acababa de tener con el botellero que pregonaba...