Cinco dotaciones del cuartel de bomberos de Belén de Escobar trabajaron durante dos horas en el predio de la avenida Inmigrantes. El fuego causó serios daños en algunos sectores y nueve puestos quedaron completamente destruidos.
Un incendio de importante intensidad se desató este jueves a la tarde en instalaciones de la feria perteneciente a la colectividad boliviana de Escobar, donde nueve puestos fueron devastados por el fuego a pesar de la rápida intervención de los bomberos voluntarios, que evitó pérdidas mayores.
El incidente se inició minutos antes de las 14 y fue rápidamente reportado al cuartel de bomberos de Belén de Escobar. El insistente llamado de la sirena y la salida de varias unidades hizo que muchos vecinos del centro de la ciudad se preocuparan por lo que podría estar ocurriendo. En las redes sociales la noticia trascendió rápidamente.
La situación también generó curiosidad y cierta angustia en el barrio Lambertuchi, donde está la feria y en la que muchos vecinos trabajan. Desde los alrededores se podía divisar una consistente columna de humo que salía del galpón donde los fines de semana funciona la tradicional feria.
“En esos momentos había unas personas trabajando y haciendo refacciones, pero ninguna supo indicar cómo se habría iniciado el incendio”, contó un vecino a El Día de Escobar. “Todas están bien, ninguna fue afectada por las llamas ni tuvo problemas respiratorios por la humareda”, señaló.
Entre el inicio del siniestro y la llegada de los bomberos al predio de la avenida De los Inmigrantes, el fuego alcanzó a destruir nueve puestos. Pero no llegó a propagarse hacia otros sectores por la intervención de los servidores públicos.
“Tuvimos que ventilar algunos lugares porque había mucho humo y enfriar otros que tenían mucha temperatura, pero en general se pudo trabajar bien”, explicaron desde el cuartel. En el incendio trabajaron cinco dotaciones a cargo del segundo jefe del cuerpo, comandante mayor Damián González. Poco antes de las 16, ya estaban emprendiendo el regreso.
Si bien el suceso no resultó de la magnitud que en un primer momento se temió, no son menores las pérdidas ni el impacto económico que ello implicará para los trabajadores que comercian allí los fines de semana. Del mismo modo, queda el interrogante sobre qué originó este incendio, especialmente para que se tomen las medidas necesarias para evitar que se repita.
Que haya ocurrido un jueves y no un domingo, cuando el predio está atestado de visitantes -incluso a pesar de la pandemia-, es una desgracia con suerte.
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