La circunvalación, recientemente concluida aunque sin inauguración oficial, logró reorganizar la circulación vehicular en ese neurálgico cruce. El proyecto demandó una inversión pública de $26 millones.
“Más vale tarde que nunca”, reza un viejo proverbio griego, y miles de escobarenses le dan la razón. Es que la famosa circunvalación anunciada en mayo de 2015 para reorganizar y descomprimir el tránsito vehicular en el cruce de la ruta provincial 26 con la autopista Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, dejó de ser una de las tantas promesas incumplidas y, desde hace ya algunas semanas, se convirtió en una realidad tan palpable como útil para todos los que transitan por allí.
Aunque suene extraño por estos lares, la necesitada y reclamada obra vial se inauguró en diciembre último -tres meses después del plazo estipulado- sin ningún tipo de acto ni corte de cintas oficial, por lo cual pasó desapercibida para mucha gente. Desde entonces, si bien el caudal de rodados que atraviesa esa neurálgica intersección no cesó para nada, ya se puede afirmar con total seguridad que el calvario que sufrían a diario los automovilistas mermó de forma considerable. ¿A qué se debe?
La flamante circunvalación tiene dos patas fuertes. Por un lado, la remozada Colectora Oeste, que fue ensanchada y prolongada a ambos lados de la ruta 26 y ahora cuenta con dos vías bien diferenciadas: una para seguir por la lateral, cruzar o subir a la autopista; y otra que empalma metros más adelante con la traza provincial.
El otro pilar de la obra es la construcción de una imponente rotonda -en lugar de un semáforo- en el punto más crítico de la confluencia, que logró generar, junto al nuevo hormigonado, una circulación más fluida al separar los accesos y disminuir los tiempos de recorrido para cruzar los caminos.
En definitiva, se trata de una serie de reformas y mejoras que permitieron alcanzar, o al menos acariciar, el objetivo principal del proyecto: distribuir eficazmente el tránsito vehicular de la zona para evitar el caótico taponamiento de las horas pico.
Administrada y controlada por la Dirección de Vialidad Nacional (DVN), la obra se enmarcó en el convenio denominado “ampliación avenida General Paz y obras complementarias”. Además, se desarrolló dentro del Plan “Más Cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria”, que contemplaba, entre otras cosas, mejoras en la red de distribución de electricidad y “más y mejores luminarias en las calles”.
En ese sentido, a lo largo y ancho de la circunvalación se instalaron 19 nuevas columnas de luminarias de 400 watts a once metros de altura. Y en el centro de la rotonda se agregó un poste adicional, con cuatro lámparas de igual intensidad energética. Además, se parquizó y señalizó todo el lugar.
El proyecto tuvo un costo de $25.781.556,43 y fue ejecutado por la empresa Fontana Nicastro S.A., que se tomó seis meses para culminar una obra tan necesitada como reclamada por los vecinos, que sufrieron durante años el mayor caos vehicular de todo el distrito.
Tarde pero segura
La obra fue anunciada a través de un comunicado oficial del Municipio en mayo de 2015, luego que el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación aprobara los planos para la construcción de una circunvalación y una rotonda en el cruce de la arteria provincial con la Colectora Oeste.
Los trabajos comenzaron a desarrollarse un mes más tarde y la constructora tenía un plazo de 120 días -fines de septiembre- para terminarlos por completo. Entre política y climas adversos, la obra finalmente fue culminada y abierta al tránsito en diciembre, tres meses después de lo pautado y sin ninguna ceremonia de inauguración ni parte oficial dando cuenta del hecho.
Igualmente, teniendo en cuenta las últimas promesas de obras incumplidas para Escobar por los diferentes gobiernos, la construcción de la circunvalación en Panamericana y ruta 26 es un himno a la premura: el hospital Bicentenario de Garín fue anunciado en 2008 y las 274 viviendas sociales de Maquinista Savio en 2010. Varios años después, ambas continúan inconclusas y bastante verdes en cuanto a avances.
Por eso mismo, mejor tarde pero segura.
Por Damián Fernández