El público aplaudió de pie a Rodrigo De la Serna y Joaquín Furriel. Lo recaudado se destinará a la recuperación del antiguo cine Gloria de Maschwitz.
Fue una noche muy especial, quizás única, la que se vivió en el teatro municipal de Escobar este sábado 29 con la doble función de “Lluvia Constante” a total beneficio del antiguo cine Gloria de Ingeniero Maschwitz. Todo salió bien: las 800 entradas disponibles se vendieron anticipadamente, el Colectivo Cultural recaudó el dinero que esperaba para seguir llevando adelante la recuperación edilicia de ese emblemático espacio y el público coronó las sensacionales actuaciones de Rodrigo De la Serna y Joaquín Furriel aplaudiéndolos de pie al finalizar la obra.
“Lluvia constante” es una adaptación de la obra original escrita por Keith Huff y en su versión argentina a cargo de la compañía Paseo La Plaza, está dirigida por Javier Daulte. La historia retrata en forma cruda el trance por el que tienen que pasar dos amigos policías (Rodo y Dani) cuando una serie de circunstancias pone a prueba su escala de valores y su propia amistad, enfrentándolos a las posibilidades de su decadencia moral. Son 90 minutos de mucha intensidad y climas cambiantes, que van desde el humor al dama más profundo.
“Siento mucha emoción y un doble orgullo, porque vi cómo se articuló un laburo muy difícil de parte del Colectivo Cultural, que fue la difusión, la venta de las entradas, las dos funciones en un mismo día, que en este teatro no es algo que se pueda dar fácilmente. Ver la emoción que hay y lo bien que funcionamos como ONG y como grupo humano me da mucha satisfacción y muchas ganas de seguir laburando con ellos”, expresó en los camarines De la Serna a El Día de Escobar.
El famoso y talentoso actor, radicado hace unos años en Maschwitz, también elogió que el equipo de producción de la obra se haya sumado a la causa del Colectivo donando su trabajo. “Que todos mis compañeros, con lo que venimos haciendo 400 funciones, que son laburantes del teatro comercial, cedan y donen su trabajo para una cosa así, y vengan a laburar codo a codo con toda la gente del Colectivo Cultural, también es una emoción muy grande. Todo esto hace que se multiplique la emoción, la amistad y el sentido de esta profesión. Son muchas cosas que agradezco haber podido juntar”.
Por su parte, Furriel coincidió con su compañero y amigo a la hora de expresar sus sensaciones. “Poder haber participado de una actividad así le da otro sentido a lo que uno hace. Me voy tranquilo y feliz. Fueron dos funciones tremendas, salieron recontra bien, fue muy potente lo que pasó. Se respiraba en el ambiente que era una noche muy especial para todos”.
Acerca de cómo decidió hacer estas dos funciones para colaborar con el centro cultural maschwitzense, señaló: “Rodrigo me fue interiorizando de lo que estaban haciendo, sé que es un espacio que a él le hizo y le hace muy bien, entendí su compromiso y en el momento que surgió la posibilidad de hacer estas funciones me pareció que valía la pena hacerlo, porque le iba a hacer bien a él y también me hace bien a mí”.
“El espíritu que tiene el Colectivo Cultural es algo que comparto y, por otro lado, disfruto mucho de hacer la obra, hago lo que me gusta, tengo esa bendición de poder vivir de mi vocación y eso también lo siento como algo que me da mucha felicidad. Y también responsabilidad, porque soy egresado del Conservatorio Nacional, o sea que mi educación es estatal y siempre, en la medida que puedo, trato de retribuir lo que a mí me ha dado la educación pública”, agregó.
Furriel también recordó sus inicios en la actuación para remarcar la importancia de lugares alternativos donde formarse y fortalecer la vocación. “En gran parte yo soy actor porque tuve la posibilidad de formar parte de la Comedia de Almirante Brown a los 13 años, trabajé en clubes y sociedades de fomento haciendo teatro y entiendo que son espacios culturales necesarios para poder encontrarse, sociabilizar, tener conexión con el aspecto creativo de uno. Y ojalá que gracias al Colectivo Cultural aparezcan muchos actores o artistas de cualquier otra actividad y que sea un espacio para mejorar la calida de vida de cualquier persona que se acerque”, concluyó, no sin antes prometer darse una vuelta por el Colectivo cuando se haya materializado la obra para la cual se realizaron estas dos funciones.
Precisamente, todo lo recaudado en las dos funciones, descontando los gastos de Argentores, Sadaic y el flete de la escenografía, se destinará a la terminación de los baños y la fachada del antiguo cine, así como a la construcción de una segunda aula para dictar talleres. Si todo marcha bien, todo eso estaría listo para mediados del año que viene. “Estamos muy contentos, chochos”, expresó el presidente del Colectivo Cultural, Marcos Federman, en los últimos instantes de una noche irrepetible.
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