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Gratitud. La directora del hospital recibió el equipo de manos de los presidentes de Rotary y la Cámara.
A través de una subvención de la organización de servicio y una colecta de fondos, ambas entidades adquirieron un electrocardiógrafo. El aparato ya fue entregado a las autoridades del hospital.
Una vez más, la unión hace la fuerza. En este caso, la Cámara de Comercio y el Rotary Club de Escobar se aunaron en una misma causa para colaborar con las necesidades del hospital Erill y adquirieron un electrocardiógrafo de tres canales que fue entregado este miércoles a las autoridades del sanatorio provincial.
«El hospital tiene muchísimas necesidades, de todo tipo. Y estas cosas para nosotros no tienen valor, porque son invaluables. Es algo que agradezco de corazón, con mucha emoción y alegría», expresó la directora del hospital, Fernanda Bigliani, al recibir el equipo, que permite registrar las corrientes eléctricas producidas por la actividad del corazón.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Hernán González, señaló: «No hay nada que agradecer, las instituciones tenemos la obligación de ayudar y nos pone felices poder hacerlo. Nosotros somos una herramienta para ayudar desde la comunidad. El hospital es de todos y humildemente nos ponemos a disposición de ustedes».
En tanto, la presidenta del Rotary, Adriana Morvidone, afirmó: «Nuestro lema es ser servicio y estamos muy contentos de aportar nuestro granito de arena. La intención es seguir estando presentes en lo que necesiten».
Para la compra del electrocardiógrafo el Rotary Club aportó una subvención de la Fundación Rotaria Internacional, mientras que la Cámara contribuyó con la recaudación de una colecta pública que organizó en medio centenar de comercios de la ciudad.
