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Promediando el recital Osvaldo subió a cantar Chico común y volvió a escena para el cierre, con Adicción.
El excéntrico delantero de Boca y fan de la banda fue el invitado estelar de la noche en un microestadio de Sportivo completamente colmado. También estuvo el volante de River Leo Pisculichi, con un perfil más bajo.
En lo que fue su primera visita a Escobar, La 25 arrancó con todo este viernes a la noche su gira «Cruz de Sal». Con entradas agotadas, desplegó un show a pura energía, con buen sonido y el agite incondicional y permanente de su público. Pero hubo más.
A partir de las 22.30 y durante noventa minutos, el grupo liderado por Mauricio «Junior» Lescano ofreció un repertorio que incluyó No pares, 25 horas, Mil canciones, Rock and roll hasta el amanecer, Chica del suburbano, Cruz de sal y Hasta la victoria, entre los temas más acompañados por las 1.300 almas que colmaron el microestadio de Sportivo Escobar.
El gran espectáculo ofrecido por La 25 y su gente tuvo un condimento muy especial: la presencia del futbolista Daniel Osvaldo, que primero se llevó todas las miradas cuando fue «descubierto» por su inconfundible look en uno de los palcos y después pasó al centro de la escena cuando subió a cantar dos canciones con la banda de Quilmes, de la que es fan.
De hecho, el delantero de Boca había acompañado a Junior y compañía en el show que dieron el 28 de abril en Palermo, antes de la serie de superclásicos, donde también se animó al micrófono. En este caso, primero le puso la voz a Chico común y después participó del cierre con Adicción.
Pero no fue el novio de la actriz Jimena Barón el único que distrajo las miradas del público, ya que junto a él también estuvo Leonardo Pisculichi, aunque el volante de River adoptó un perfil más bajo. Se mantuvo en el palco con unos amigos durante todo el recital y se prestó a algunas fotos antes de retirarse del reducto albiceleste.
Para Osvaldo, en cambio, fue un viernes intenso. Se reincorporó a las prácticas de Boca después de haber faltado el jueves por un problema gastrointestinal, pidió perdón a los dirigentes de la Conmebol por sus picantes declaraciones en Twitter y por la noche vino a Escobar a distraerse un rato, horas antes de tener que concentrarse para el partido de este domingo con Aldosivi, uno de los últimos antes de su regreso a Italia.
