Una gran cantidad de público se dio cita este lunes a la tarde en la nueva sede del Centro Cultural “Macacha Güemes” de Escobar para presenciar la disertación del filósofo kirchnerista Ricardo Forster sobre “la década ganada” y la historia contemporánea argentina. Subjetividades al margen, conocimiento y claridad conceptual al por mayor.
Enarbolando la bandera de la “igualdad de derechos” y la “justicia social”, el reconocido intelectual y acérrimo defensor del proyecto “nacional y popular” ofreció su mirada del período político iniciado en 2003 por Néstor Kirchner y continuado hasta estos días por su viuda, la presidenta de la Nación Cristina Fernández.
“Hay que tener memoria. Se cambió un país que estaba desfondado, fragmentado, atravesado por la desilusión, con decenas y decenas de jóvenes haciendo colas en las embajadas de cualquier país con tal de irse de la Argentina buscando un futuro y una sociedad que pensaba que no había destino”.
“Hoy tenemos de nuevo un país e incluso me atrevo a pronunciar una palabra que seguramente en los años que yo venía a Escobar no la decía de esa manera porque me olía a nacionalismo berreta o a milico, que es la palabra patria”, argumentó el cofundador de Carta Abierta.
La pedagógica charla fue seguida atentamente por un centenar de vecinos, militantes y funcionarios que colmaron el salón de avenida Tapia de Cruz 1183, entre quienes se encontraban el subsecretario de Estado y referente del “Macacha Güemes”, Ariel Sujarchuk, y los concejales del Frente para la Victoria en Escobar Hugo Cantero, Pablo Ramos, Javier Pérez y Luis Carranza.
“Nos intentan jugar a la comparación con los años noventa, porque ahora está de moda decir que hay más pobres que en los ’90. Y la verdad, lo que queda claro es que efectivamente han pasado cosas fundamentales, que al mismo tiempo nos plantean el desafío de todo aquello que todavía no se ha hecho e incluso de revisar aquello que no se ha hecho bien”, expresó Forster, autocrítico, en otro pasaje.
Además, realizó un breve pero intenso recorrido sociológico por la argentina contemporánea, pasando por el “Primer Peronismo”, que “resultó un corte extraordinario y decisivo porque hizo visibles a los invisibles”, y la última dictadura cívico-militar, anclando finalmente su análisis en la vuelta a la democracia para criticar y graficar el recurrente accionar desestabilizador de las grandes corporaciones económicas del país.
“Esas expectativas –‘Juicio a las Juntas’, ‘Paz con Chile’- que significaron la vida democrática comenzaron a enfrentarse a algo que tiene que ver con la relación libertad-igualdad. En los 80’s se llamaban los ‘capitales de la industria’, ahora tienen otros nombres: Grupo Techint, AEA, Clarín, los grandes grupos económicos”, señaló el intelectual, trazando un paralelismo con la situación actual.
“En aquellos años iniciaron un proceso que terminó expulsando a Alfonsín del gobierno. Él sabía perfectamente lo difícil que era pelear contra el poder corporativo, se resignó y aceptó en “Semana Santa” -con la famosa frase ‘La casa está en orden’- lo que hubiera podido no aceptar. Y lo que vino después fue un proceso de dos años de degradación, hasta que por supuesto los sectores concentrados del capital dijeron ‘este tipo ya no nos sirve’ y ni siquiera le permitieron terminar su gobierno. Lo escupieron seis meses antes a través de uno de los mecanismos más perversos que existen en la economía y la sociedad: la hiperinflación”, sentenció enérgicamente Forster.
En este sentido, el también escritor y ensayista instó a la sociedad argentina a defender a la democracia de estos sectores, que a través de todas las formas intentan “atemorizar, desanimar” y volver a la población en contra del gobierno para “que se vuelva disponible para cualquier cosa”, en pos de sus propios intereses.
Por último, cargó contra quienes después de sufrir la crisis de 2001 pudieron “salir del sarcófago y reconstruir sus empresas gracias al proyecto político iniciado en 2003” y ahora “votan a los mismos que en su momento los quebraron”.
“Los que dicen que esta es una década perdida son los que perdieron la capacidad de decidir plenamente qué se hace o se deja de hacer en la Argentina”, concluyó Forster, ante el aplauso cerrado y de pie del público.
Por Damián Fernández