La capacidad de asombro del ciudadano ha decrecido entre el adelantamiento electoral, los candidatos testimoniales, las listas colectoras y postulantes alojados en la cárcel de Marcos Paz. Ello no debería disminuir nuestro repudio ante la postulación de Roberto Costa como candidato a senador provincial por parte de la Coalición Cívica.
No es preciso ser Irineo Funes, el memorioso, para recordar que el señor Costa apoyó al kirchnerismo en la última elección
presidencial y transcurrido apenas un año y medio se enrola en esta lista virulentamente opositora. El panquequismo y borocotismo no es exclusivo del partido gobernante. Kirchner reniega de su pasado menemista y de su padrino Duhalde, el intendente Sandro Guzmán es servil al gobierno que encarceló a su mentor político y Costa y la Coalición Cívica se ríen de la coherencia en un nuevo alarde de oportunismo.
¿Qué hizo Costa por Escobar durante su mandato como diputado nacional? Cuando la ciudadanía se movilizaba contra el relleno sanitario recuerdo haber visto a un timorato diputado Costa diciendo que enviaría “una carta documento”, como si fuese un simple ciudadano más.
Costa nunca contestó nuestros mensajes a su dirección de correo en el Congreso Nacional pidiendo ayuda para detener la contaminación en su distrito y solo tomó contacto conmigo cuando me referí a él en los medios.
Cuando semanas atrás Jorge Derra, candidato por el partido de Sabbatella, ofendió gratuitamente la memoria de Raúl Alfonsín, ni Costa ni ningún otro referente radical tuvieron nada que decir.
Con su acción y su inacción, el señor Costa ha demostrado ser un inoperante y un arribista. Su vil candidatura solo consigue defraudar al pueblo de Escobar.
Diego Luzuriaga,
El Cazador