Reclamo a Pilar por la contaminación sonora de las usinas termoeléctricas

Aunque las instancias judiciales todavía siguen abiertas, las centrales termoeléctricas de Villa Rosa ya están funcionando y su puesta en marcha despertó nuevamente la bronca de los vecinos, no solo de esa localidad sino también de Matheu, por los ruidos molestos que generan sus motores.

Ante las quejas de quienes viven en las inmediaciones de las termoeléctricas Matheu II y Matheu III, el intendente Ariel Sujarchuk le envió una nota a su par de Pilar, Nicolás Ducoté, reclamándole que tome las acciones necesarias para el cese de la contaminación sonora

“En virtud de carecer de facultades para interceder en dichos actos, por cuestiones territoriales, le solicito que realice las acciones que correspondan, de acuerdo al poder de policía que detenta, para garantizar que el funcionamiento de dichas centrales no impacte negativamente sobre la población en general y en particular en la de la localidad de Matheu”, expresó Sujarchuk en la misiva.

Desde el Municipio indicaron que en las últimas semanas distintas áreas de gobierno recibieron «una gran cantidad de reclamos» en relación a los ruidos molestos ocasionados por las centrales. “Encaramos esta acción en defensa de los vecinos de nuestro distrito con el objetivo de proteger y defender la calidad de vida de la gente. Es necesario generar nuevas fuentes de energía que respeten las normas y leyes vigentes”, finalizó Sujarchuk en el escrito dirigido al alcalde pilarense.

No es la primera acción que el Ejecutivo local adopta sobre este tema. Por caso, se inició una presentación legal ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, ya que Pilar permitió a APR Energy SRL y Araucaria Energy S.A. establecerse en una zona que carecía de habilitación para esos fines, así como permitió la construcción de las mismas con anterioridad a obtener las autorizaciones.

Antes de interponer esta demanda, la Municipalidad también acudió a la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, realizó un pedido formal de reubicación de las termoeléctricas ante el propio Ducoté e impulsó estudios ambientales preventivos en articulación con laboratorios de universidades nacionales.

También elevó un proyecto al Concejo Deliberante local que fue aprobado por unanimidad, donde los concejales manifestaron su preocupación y solicitaron informes a las empresas sobre el impacto ambiental que generan dichos emprendimientos. Sin embargo, pese a esto y las acciones judiciales encaradas por los ambientalistas y vecinos autoconvocados, nada logró frenar la puesta en marcha de las termoeléctricas.