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Golpe comando. Un grupo de entre siete y diez sujetos había tomado por asalto la comisaría para liberar a Lugo.
Se trata de Claudio Alberto Lugo Villareal, uno de los prófugos más buscados del país. Tiene 45 años y está acusado de cuatro asesinatos. Lo atraparon en Tortuguitas, cuando merodeaba la zona comercial.
Un peligroso delincuente que había sido noticia en 2007 por organizar una fuga cinematográfica de la comisaría de Ingeniero Maschwitz fue detenido el jueves pasado en la vecina localidad de Tortuguitas. En su poder tenía dos pistolas calibre 9 milímetros y un handy con frecuencias liberadas.
Se trata de Claudio Alberto Lugo Villareal (45), más conocido en el mundo del hampa como “Tuerto” o “Pulga”, quien era buscado desde el 7 de octubre de 2017 por una entradera en una vivienda de Zárate que terminó con el asesinato de Carmen Rosa Llanos García (25), su bebé de siete meses de gestación y su hermana Sergia Matilda Llanos García (21), ambas de nacionalidad boliviana y dedicadas al comercio de frutas y verduras.
Por los homicidios ya habían sido detenido dos sospechosos: Orlando Euclides Guillén (62) y Julio César Reynoso (32), un ex agente del Servicio Penitenciario Federal. Pero Lugo, dueño de un frondoso prontuario por el que acumuló entradas y salidas de la cárcel en los últimos 28 años, había logrado mantenerse prófugo.
La libertad le duró hasta el jueves 24. Ese día fue interceptado por agentes de la Policía Bonaerense mientras “relojeaba” en la zona de Tortuguitas a bordo de un Ford Focus junto a otro sujeto. “Soy José Fernández”, contestó cuando le preguntaron su nombre, pero los policías desconfiaron y descubrieron su verdadera identidad.
Al momento de la detención, se le incautaron dos pistolas calibre 9 milímetros con las numeraciones suprimidas y un handy con frecuencias liberadas, lo cual permite escuchar las radiollamadas policiales.
Además del triple crimen de Zárate, al “Tuerto” lo acusan por un homicidio cometido en abril del año pasado. La víctima fue un ex convicto con el que estaba enfrentado desde que habían compartido celda en la Unidad Penitenciaria N°21 de Campana. Lo asesinaron de tres balazos.
Una fuga de película
Si bien ya había purgado tres condenas por robo calificado y pasado por cinco penales distintos, lo que lo hacía un tipo “pesado” y conocido en el mundo del hampa, Claudio Alberto Lugo recién saltó a la notoriedad pública en el año 2007. Más precisamente, el miércoles 30 de mayo.
Una noche antes, un grupo comando de entre siete y diez hombres armados con fusiles FAL y con gorros de lana en la cabeza irrumpió en la comisaría Escobar 2da, con asiento en Ingeniero Maschwitz, al grito de “¿Dónde está Lugo? ¿Dónde está Lugo?”.
El objetivo era liberar a quien se encontraba detenido desde el 2 de abril anterior por los delitos de “portación y tenencia de arma de guerra” y “resistencia a la autoridad”, a disposición de la Justicia de Zárate-Campana.
El cinematográfico copamiento, que también incluyó el robo de pistolas reglamentarias y chalecos antibalas a los policías presentes, además de quince chalecos refractarios, concluyó con la fuga de Lugo y otros cuatros reos más, quienes más tarde se comprobó que no tenían ninguna relación con él pero aprovecharon la situación para recuperar la libertad. Igual, los cuatro fueron recapturados en menos de una semana.
Al otro día, la noticia alcanzó repercusión nacional y obligó al entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, a brindar explicaciones.
Para ese momento, Lugo ya estaba catalogado como un individuo de “extrema peligrosidad/reincidente” por el Servicio Penitenciario Bonaerense.
El golpe comando llegó en el momento justo, ya que en unos días iba a ser trasladado a una prisión de máxima seguridad. Todo había sido perfectamente planeado. Once años después, Lugo vuelve a estar preso.
