El gremio de Pablo Moyano bloqueó el ingreso a la planta, en Garín, para reclamar que pasen a sus filas los empleados de logística de la empresa.
Protesta. El gremio bloqueó el acceso a la planta de la empresa, sobre la Colectora Oeste.
El gremio que conduce Pablo Moyano bloqueó el ingreso a la planta, en Garín, para reclamar que pasen a sus filas los empleados de logística de la empresa, que actualmente son afiliados del Sindicato de Comercio.
El Sindicato de Choferes de Camiones sorprendió este viernes a la mañana con una tumultuosa protesta frente al acceso de la fábrica de pinturas Alba, en el corredor industrial de la localidad de Garín.
Alrededor de 300 trabajadores de la Rama Logística del gremio conducido por Pablo Moyano irrumpieron cerca de las 9 en la planta ubicada sobre Colectora Oeste, a la altura del kilómetro 37,5 de la Panamericana, para impedir el ingreso y egreso de camiones de distribución de la marca líder de pinturas para hogar y obra del grupo holandés AkzoNobel.
Según los testimonios recogidos en el lugar por El Día de Escobar, la acción del sindicato obedeció a un solo reclamo: que la empresa cambie el convenio colectivo de trabajo de los empleados del área de logística, que ahora pertenecen al Sindicato de Empleados de Comercio y no al de Camioneros “como debe ser”, informaron.
No obstante, algunas versiones también relacionaron la medida de fuerza con la falta de acuerdo en la paritaria del sector, que este jueves tuvo su tercera audiencia. Allí, las empresas del transporte ofrecieron un 19,5% de aumento, muy por debajo del 32% exigido por el secretario general del sindicato, Pablo Moyano.
Por esto, “no se descarta que comience un plan de lucha en las distintas ramas», había informado el gremio, horas antes de su irrupción en Alba.
La extensa jornada de protesta, que incluyó la colocación de banderas albiverdes en todo el frente de la fábrica y hasta una parrillada para los manifestantes, llegó a su fin a las 15.30, luego de que los representantes del gremio fueran citados a participar de una reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en el microcentro porteño.
Más allá del asombro que causó la numerosa protesta a los peatones y automovilistas que circularon desde temprano por la zona, lo que más llamó la atención fue el enorme despliegue de gendarmes apostados sobre la colectora y, principalmente, en la banquina de la autopista, metros antes del puente popularmente conocido como “Alba”, por la cercanía de la empresa.
Pero la protesta se desarrolló sin incidentes y las fuerzas de seguridad no intervinieron en ningún momento.
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