El primer infectado fue un médico que cubre guardias los fines de semana. Y ahora se agregó un empleado que trabaja en el comedor. Aislaron a las personas que tuvieron contacto estrecho con ellos en los últimos días.
El primer infectado fue un médico que cubre guardias los fines de semana. Y ahora se agregó un empleado que trabaja en el comedor. Aislaron a las personas que tuvieron contacto estrecho con ellos en los últimos días.
Dos casos positivos de coronavirus se registraron en los últimos días en el sanatorio Fleni de Escobar. Se trata de un médico de guardia y un empleado del comedor, quienes se encuentran cumpliendo la cuarentena en sus domicilios ya que no presentarían un cuadro clínico de gravedad.
El primer contagio se confirmó días atrás en un médico que cubría guardias los fines de semana, pero no estaba trabajando en el centro de rehabilitación cuando empezó a experimentar los síntomas por los cuales se realizó el hisopado, que a la postre daría positivo de Covid-19.
El segundo caso se conoció este miércoles y corresponde a un empleado del comedor. «Es quien recibe a los proveedores en el depósito y creemos que pudo haberse contagiado al recibir las verduras. Un compañero nos contó que el jueves estaba con mucha tos y después nos enteramos que el test le dio positivo», le contó a El Día de Escobar
un trabajador del sanatorio.Ninguno de los dos estaría atravesando una situación clínica compleja, por lo que están cumpliendo el reposo y la cuarentena prescripta para sanarse en sus domicilios. Asimismo, las personas que tuvieron contacto directo con ellos en los últimos días fueron aisladas y se está a la espera de los resultados de sus estudios.
Como es normal, los dos casos generaron una comprensible preocupación entre el personal del sanatorio. «Hace una semana nos empezaron a tomar la temperatura antes de entrar con una pistola láser, la cual no funciona como corresponde. Y hasta el día de hoy no se cumplió con ningún protocolo de desinfección en el lugar», afirmó otro empleado que se contactó con este medio.
«Tanto al personal de limpieza como al de seguridad y comedor nos amenazan con que no digamos nada sobre la situación de la clínica. Quieren silenciar todo y meten presión», agregó.
Por lo pronto, el centro de rehabilitación sigue abierto y funcionando con relativa normalidad, aunque para mitigar el riesgo de contagios se redujo la cantidad de empleados que trabajan de manera presencial en el establecimiento, sito sobre la Colectora Este, a la altura del kilómetro 53 de la autopista Panamericana, en la localidad de Loma Verde.
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