Antes de asumir la Intendencia, Ariel Sujarchuk le prometió a los vecinos de Loma Verde que clausuraría un vertedero clandestino que llevaba varios años funcionando en un campo de la calle Viraró. Y lo cumplió. Sin embargo, en el mismo lugar comenzó a funcionar hace dos semanas una tosquera que volvió a poner en alerta al vecindario, ante el temor de que la historia se repita.
El constante ir y venir de camiones llamó la atención de los vecinos, quienes no tardaron en comprobar que se estaban produciendo extracciones de tierra en el mismo predio, conocido como el «basural de Formigo», donde hasta diciembre funcionó un tiradero de ramas mezcladas con residuos urbanos.
Ante esta situación, la comisión vecinal del barrio Los Cerros se reunió el sábado con el titular de la UGC Nº8, Néstor Seeling. «Nos dijo que la tosca que se llevaban era para nivelar un sector del futuro parque industrial. Y que a cambio la empresa iba a donar la tierra necesaria para arreglar todas las calles de Loma Verde y 500 luminarias para el alumbrado público», expresó el docente Marcelo Hernández, vecino de la zona.
La explicación lejos estuvo de tranquilizar a la gente. «Nos preocupa que después ese enorme pozo sea rellenado con basura, como ya hicieron antes, y terminen contaminando el agua y las napas. En la última inundación toda esa basura y los roedores que había en el predio de Formigo se esparcieron por campos linderos», advirtió Gonzalo Suárez, otro de los vecinos que habló con El Día de Escobar.
«Más allá de las molestias que genera el paso de hasta cincuenta camiones por día por calles que, además, no creemos que sean aptas para el tránsito pesado, lo que más nos preocupa es que esa cava después pueda ser rellenada con residuos degradables o contaminantes. En ese caso se estaría generando un basural de dimensiones mucho mayores al que existía», subrayó Hernández.
Aparentemente, el Municipio tomó nota del descontento vecinal y dio un giro en su posición inicial: este miércoles realizó una inspección que derivó en la clausura del predio por falta de habilitación y el secuestro de dos camiones por exceso de carga. «Hasta que la empresa no obtenga el certificado del OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable) para regularizar su actividad, no vamos a permitir que continúe con los movimientos de suelo», expresó una fuente oficial consultada por este medio.
En cuanto a la preocupación de los vecinos por el potencial impacto ambiental de la cava y el riesgo de que la misma sea rellenada con residuos de cualquier clase, la misma fuente aseguró: «No vamos a permitir ninguna actividad fuera de la ley ni que vuelvan a funcionar basurales clandestinos en el partido de Escobar».
Vecinos del barrio dejaron entrever sus sospechas de que en el negocio de la tosquera se encuentre involucrado alguien allegado al gobierno municipal. Particularmente, algunas versiones apuntan hacia un ex concejal escobarense y actual funcionario del Ejecutivo. La fuente oficial consultada reconoció estar al tanto de esos rumores pero no los confirmó, aunque tampoco los desmintió.