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Ahora, la puerta de vidrio solo se abre con un botón desde la Mesa de Entradas o con una tarjeta magnética.
La puerta de acceso al recinto fue bloqueada con un dispositivo eléctrico y quienes quieran entrar deben solicitar autorización en Mesa de Entradas. Concejales y empleados utilizan una tarjeta magnética.
Una curiosa situación llamó la atención de quienes suelen acercarse al Concejo Deliberante de Escobar. En los últimos días, la puerta de acceso al recinto fue bloqueada con un dispositivo electrónico y para ingresar los vecinos deben solicitar autorización en Mesa de Entradas.
Desde siempre el acceso al Legislativo ha sido irrestrictamente libre para cualquier persona. Pero ahora las cosas cambiaron. Quien quiera pasar deberá dar cuenta del motivo de su presencia o de la persona a la que quiere ver.
Así, la admisión quedó en manos del personal de Mesa de Entradas, que ante cada visita debe llamar por teléfono para informar al bloque que corresponda y eventualmente decidir si permite o no que alguien entre. Y lo mismo para salir, porque la puerta solo se abre cuando es desbloqueada desde la mencionada oficina a través de un botón.
De esta condición están exentos los veintidós concejales y los empleados del Poder Legislativo, quienes cuentan con una tarjeta magnética que les permite entrar y salir del edificio con total autonomía. Para el resto, desde familiares a colaboradores de los ediles, pasando por periodistas y demás vecinos, el procedimiento es ineludible.
El dispositivo fue implementado por orden del presidente del Concejo Deliberante, Elio Miranda, pero no logró un consenso absoluto. De hecho, hubo concejales que plantearon su rechazo a la polémica medida alegando que «esta es la casa del pueblo y, como tal, debe tener sus puertas abiertas para todos, sin ninguna restricción».
Quienes están a favor de la iniciativa, en cambio, postulan que así se evita «que cualquiera entre y se instale en el salón o en alguna oficina», lo cual daría una mayor sensación de seguridad y privacidad en las reducidas dependencias de los distintos bloques. «Además, esto es algo que ya está implementado en otros concejos deliberantes, no es un invento escobarense», aclararon empleados consultados por El Día de Escobar.
Lo que nadie dice, pero que también habría incidido a la hora de tomar la decisión, es que con este mecanismo se podrá regular y limitar el ingreso de público a las sesiones en las que se traten temas álgidos y polémicos -no es el caso en la actualidad, ya que el proceso electoral está reduciendo a su mínima expresión la actividad parlamentaria local-, lo cual evitaría que los concejales sean increpados por vecinos o militantes de espacios políticos adversarios, como ocurre cada tanto en el recinto.
Lo cierto es que el dispositivo ya está en marcha, aunque a las pocas horas de su estreno sufrió una avería y quedó fuera de servicio hasta ser reparado. Cuando ello ocurra, nadie podrá volver a entrar al HCD sin pedir permiso.
