Tiene más de seis hectáreas y sectores para distintas actividades. Aunque la obra todavía no está terminada, cada vez más vecinos concurren al predio enclavado en Maschwitz.
En el partido de Escobar no abundan espacios públicos aptos donde la gente pueda salir a disfrutar del aire libre, realizar un camping, hacer actividades aeróbicas y pasear en un entorno rodeado de naturaleza. Por eso, cada vez son más los vecinos que se acercan al Paseo El Dorado, un parque público recreativo y de salud construido por el Municipio a través del programa nacional “Argentina Trabaja”.
El predio, de seis hectáreas y media, está ubicado en el corazón de la Ciudad de las Artes, sobre la calle El Dorado, entre la estación de trenes y la calle Mendoza. Si bien la obra aún no está debidamente finalizada, los juegos, la vegetación abundante y hasta el estanque artificial hacen del lugar un paseo único en el distrito.
El parque público puede recorrerse prácticamente en toda su extensión a través de senderos serpenteantes de cemento o bien por encima del espacio verde que inunda el predio y está dividido en tres partes con el objetivo de diferenciar las actividades que se pueden realizar en cada una.
El primer acceso, desde la estación, está al 1700 de El Dorado, donde hay una playa de estacionamiento para que los visitantes puedan dejar su auto sin tener que preocuparse por su seguridad. Siguiendo en dirección a la calle Mendoza el predio cuenta con una importante variedad de juegos infantiles, distribuidos en dos plazas separadas por un puente de tinte romántico y un bañado original del terreno -fue recuperado para preservar la especies autóctonas del lugar-, que embellecen el recorrido.
Mientras los grandes comparten mates, conversan y descansan, los más chicos se divierten en los tradicionales juegos, entre los cuales hay una hamaca adaptada especialmente para chicos con dificultades motrices.
El segundo espacio del gigantesco parque, rodeado de liquidámbares, tuyas y otras especies arbóreas, está preparado para que los visitantes puedan disfrutar de un refrigerio con sillas y mesas -estilo camping-, bajo la sombra y el bello aroma de los eucaliptus.
“Venimos porque el lugar es tranquilo y se respira aire puro”, afirmó a EL DIA de Escobar una vecina mientras disfrutaba de una mateada con los suyos. “Está muy bueno, es enorme y se puede venir con toda la familia”, acotó una de las personas que la acompañaba. Además, en este tramo se construyó un anfiteatro de amplias dimensiones, adornado con una cascada que forma un pequeño lago artificial.
El tercer sector -al 2200 de El Dorado- es el más boscoso del Paseo. La irregularidad en esta parte del terreno configura casi naturalmente un circuito ideal para la práctica del mountain bike.
Familias con mascotas, parejas y solitarios -muchos de ellos realizando ejercicios aeróbicos al estilo bosques de Palermo- le dan el toque final a la bella vista que irradia este complejo recreativo y de salud, tal su denominación oficial.
No todo es color de rosas
La construcción del Paseo El Dorado, según se informó oficialmente, tuvo como objetivo principal incorporar un espacio de magnitud significativa al tejido urbano de la localidad, para que la comunidad pueda realizar actividades recreativas y deportivas. Sin embargo, la obra iniciada en marzo de 2011 aún se encuentra inconclusa.
El proyecto original indicaba que el Paseo contaría con seis puestos de salud -complementados con aparatos fijos de gimnasia-, pero hasta el momento no existe nada de eso -únicamente hay dos baños químicos-. También se anunció que habría sendas diferenciadas para peatones y ciclistas. Y si bien están hechas, la falta de señalización hace que la gente las ignore por completo.
El lago artificial con cascada fue una idea genial. Pero si el agua es insuficiente para llenar el estanque y encima está podrida, lejos está de construir un atractivo a la vista.
En tanto, a partir de la segunda sección y hasta el final del paseo -a unos cien metros de la calle Mendoza- el perímetro no está delimitado por las rejas de hierro que fueron prometidas para brindar mayor seguridad y evitar actos vandálicos. Además, al caer la noche se puede apreciar la falta de luminarias.
Evidentemente todavía queda mucho por hacer para finalizar la obra tal cual estaba proyectada. No obstante, los vecinos de Maschwitz concurren en gran cantidad al Paseo -sobre todo los fines de semana-, porque “se disfruta de los juegos y la belleza natural” y principalmente porque en el distrito entero no hay un parque público recreativo de esta magnitud y con las peculiares características que ofrece El Dorado.
Dos años y contando
El parque público recreativo y de salud comenzó a construirse a principios de 2011 en el marco del Programa Nacional “Argentina Trabaja”. Los integrantes de las cooperativas “Mejor que decir es hacer” y “Maschwitz para más” fueron quienes llevaron adelante la obra, supervisada en su momento por la Secretaría de Desarrollo Comunal, que hoy tiene otra denominación.
Dos años después de su puesta en marcha, y si bien luce por múltiples cualidades, el Paseo aún no está terminado.
Por Damián Fernández
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