El Municipio intimó a los desarrolladores de Puertos y San Matías a regularizar su situación. También a otras tres urbanizaciones: El Cantón, El Naudir y El Cazal. “No voy a ser cómplice de ilegalidades”, manifestó el Intendente.
A instancias de una resolución provincial, el Municipio dispuso días atrás la paralización de las obras en los megaemprendimientos urbanísticos que se están construyendo en el partido de Escobar, entre ellos Puertos del Lago, del magnate Eduardo Costantini, y San Matías, de la desolladora Eidico.
Fuentes de la Secretaría de Obras Públicas consultadas por El Día de Escobar explicaron que la medida obedece a una resolución provincial que «rechazó los planes de sector» presentados por los desarrolladores. «En virtud de esta disposición, que data del segundo semestre año pasado y de la que el Municipio es autoridad de aplicación, lo que hicimos es pedirles a los desarrolladores que cumplimenten todas las observaciones que la Provincia les hizo y se abstengan hasta tanto de avanzar con las obras», ampliaron.
La indecorosa situación tiene por protagonistas nada menos que al magnate Eduardo Costantini, socio mayorista de la compañía Consultatio -desarrolladora de Nordelta, en Tigre- y dueño del Museo de Arte Lationamericano (Malba); y al megaemprendimiento San Matías, de la desarrolladora Eidico, de la que es presidente Jorge O’Reilly, la misma que mantiene otro litigio con la gestión de Ariel Sujarchuk por la usurpación de una calle en Punta Querandí, en el límite de Maschwitz y Dique Luján. Pero también alcanza a otros inversores del real state.
El Cantón, del broker JP Urruti y Asociados; El Naudir-Aguas Privadas y El Cazal, ambos desarrollados por la empresa E2 y emplazados entre la barranca y el Río Luján, en lo que se conoce en el mercado inmobiliario como el «Nuevo Cazador», se encuentran en un contexto similar.
«Algunos están con voluntad de corregir los planes de sector y otros quieren seguir modificando el medio ambiente por fuera de las leyes provinciales y ordenanzas municipales. Es más, están haciendo obras que ni siquiera están presentadas en la Municipalidad y movimientos de suelo de grandes dimensiones que fueron clausurados pero los continúan», expresó en declaraciones a este medio el intendente Sujarchuk.
Propietarios preocupados
El litigio entre el Municipio y los grupos inversores mantiene en vilo a quienes se encuentran habitando en estos megaemprendimientos, tanto como a aquellos que están construyendo y a los que adquirieron lotes en las últimas ventas, ante la imposibilidad de escriturar sus terrenos y realizar obras mientras el conflicto no se resuelva.
Sobre este punto, el jefe comunal enfatizó que «los desarrolladores, de manera irresponsable, no están llevando a cabo las acciones jurídicas ni administrativas que garanticen a los inversores particulares y al partido de Escobar las condiciones mínimas necesarias para que estos proyectos puedan seguir avanzando. En todos, absolutamente todos los pasos, han transgredido las ordenanzas y las leyes provinciales».
«Estamos salvaguardando simultáneamente dos intereses: el patrimonio urbano y ambiental del distrito y el derecho individual de cada uno de los interesados en construir, que merecen tener la seguridad de contar con un marco jurídico que les permita escriturar sus lotes legalmente», explicó Sujarchuk. Y sentenció: «Yo no voy a ser cómplice de una ilegalidad».
Asimismo, reveló que el Municipio envió copias de los expedientes de cada uno de estos emprendimientos a la Fundación Confianza Pública para que «analice todo lo actuado hasta la fecha y emita un dictamen».
Contribución con el distrito
El planteo del Municipio sobre los megaemprendimientos no se limita a la regularización de los planes de sector objetados por la Provincia. Para levantarles la barrera, el intendente también pretende que los urbanizadores hagan un aporte para el distrito proporcional a su envergadura. Lo hace apoyándose en la ley provincial 8912/77 de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo, que establece la obligación de que contribuyan con proyectos concretos que favorezcan a la comunidad en la que se emplazan.
En esta discusión, que se está dando paralelamente, la pretensiones de Sujarchuk son tres obras que considera fundamentales para el distrito: 1) Que completen la pavimentación del acceso de Panamericana hasta la avenida San Martín, a la altura de El Cazador; 2) Que ejecuten un plan hidráulico diseñado por el Municipio en el barrio San Luis para «evitar que se inunde a consecuencia de las obras que hicieron ellos»; 3) La reparación del puente de La Arenera, en Ingeniero Maschwitz, que habría sido roto por los camiones que acceden a esos emprendimientos.
«Lo que estamos discutiendo es inversión con inclusión social», concluyó el mandatario, quien apenas transcurridos 110 días de su asunción ya empezó una pulseada contra un adversario nada menor: los poderosos y multimillonarios grupos económicos que hacen negocios inmobiliarios en el distrito.
Números que impresionan
Iniciado hacia fines de los ’90, el boom de las urbanizaciones privadas en el partido de Escobar alcanzó una dimensión descomunal. Un dato que lo sintetiza de manera contundente es que los cinco emprendimientos inmobiliarios que se encuentran en conflicto con el Municipio totalizan una cantidad de 2.331 hectáreas, de las cuales una gran porción se encuentra en zona de humedales.
El más grande es, por supuesto, Puertos del Lago, que en la suma de todos sus barrios abarca una superficie de 1.400 hectáreas. El segundo es El Cantón, con 500 hectáreas y 2.335 lotes divididos en 4 barrios. Después están San Matías, con 202; El Naudir, 133; y El Cazal, con 96. Números que impresionan.
Por Ciro D. Yacuzzi