La construcción del primer túnel vehicular de Escobar empezó a sumar en estos días un nuevo y fuerte rechazo. Padres, docentes y directivos de las cuatro instituciones educativas que funcionan a metros del lugar de la obra manifestaron su total oposición y solicitan al Ejecutivo que considere una alternativa menos riesgosa.
El primer rechazo al túnel había partido desde los vecinos de la calle César Díaz, que el año pasado consiguieron un cambio de parecer de las autoridades municipales. Ante esa situación, el Concejo Deliberante habilitó al Ejecutivo a evaluar la mejor opción disponible entre la calle Los Lazaristas y la avenida Inmigrantes. Y la decisión oficial fue elegir la primera.
La obra se licitó y fue adjudicada a una empresa que cuando se aprestaba a iniciar los primeros trabajos de demarcación debió levantar campamento ante la resistencia de los vecinos y, fundamentalmente, de las comunidades educativas lindantes de los colegios 14, 20, San Vicente y San Luis.
Entre sus argumentos, plantean que el tránsito vehicular sobre esa arteria se incrementará exponencialmente y tornará aún más caótico de lo que ya es en los horarios de entrada y salida de los estudiantes.
“Apelamos al sentido común y a que las autoridades responsables de la obra consideren el daño que causaría la construcción de este paso bajo nivel”, expresaron en un párrafo de la nota que dirigieron a la Defensoría del Pueblo y de la que suministraron una copia a El Día de Escobar.
También iniciaron gestiones en el Concejo Deliberante y mantuvieron una reunión con funcionarios municipales y de Vialidad Provincial, quienes por ahora no se pronunciaron públicamente al respecto.