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Por tercera vez en menos de un año, miles de personas se manifestaron este jueves a la noche en Capital Federal y distintos puntos del país en contra del gobierno nacional, la reforma judicial, la inseguridad, la inflación, la corrupción y una eventual re-reelección presidencial, como parte de la movilización conocida como el #18A.
En Belén de Escobar, más de 500 vecinos participaron del cacerolazo convocado a través de las redes sociales y se concentraron en la esquina de la avenida Tapia de Cruz y Asborno. Minutos después de las 20 se dirigieron al Palacio Municipal, donde cantaron el himno, dieron la vuelta a la plaza San Martín y caminaron hasta la comisaría 1ra para reclamar seguridad.
Los manifestantes cantaron el himno nacional y marcharon hasta el Palacio Municipal y la comisaría.
En el medio del trayecto a la comisaría se produjo un altercado que la inmensa mayoría no alcanzó a advertir pero que pudo ser muy grave. Fue cuando un puñado de militantes kirchneristas -un joven y tres chicas- que estaban en una de las veredas de Tapia de Cruz y Rivadavia iniciaron una evidente y absurda provocación hacia los últimos manifestantes de la gruesa columna, algunos de los cuales reaccionaron ante los cánticos y los insultos. Hubo forcejeos, empujones y gritos, pero la oportuna intervención de efectivos policiales evitó una inminente gresca de impredecibles derivaciones.
Más allá de este incidente, la marcha se realizó en absoluto orden y continuó luego hasta la entrada de Escobar. Los manifestantes permanecieron allí algunos minutos y luego iniciaron el retorno por la avenida 25 de Mayo, donde volvieron a cantar el himno, pasando por la terminal, la Tapia de Cruz y finalizando en el punto donde todo se había iniciado casi dos horas antes.
Entre la muchedumbre pudo verse a varios referentes de la oposición, como Miguel Jobe (PRO), Silvia Montiel (FAP) y Jorge Medici (UCR), entre otros. También hubo una importante presencia de comerciantes, docentes y dirigentes sociales.
Si bien la convocatoria volvió a ser muy numerosa, resultó algo inferior a la del 8N y también más templada.
A pesar de algunas excepciones, las consignas de los carteles y las canciones fueron más templadas que las del 8N.
