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Homilía Pedro Laxague pronuncia sus primeras palabras ante la nueva comunidad diocesana.
El prelado oriundo de Coronel Pringles tomó posesión del cargo ante un gran número de feligreses. “No soy fiscal, no vengo a investigar nada”, afirmó en su primera homilía el sucesor de Oscar Sarlinga.
Con un importante marco de fieles que se congregó en la explanada de la catedral Santa Florentina, en Campana, monseñor Pedro María Laxague asumió este sábado como nuevo obispo de la Diócesis Zárate-Campana.
De 63 años y originario de Coronel Pringles, el prelado fue nombrado en noviembre pasado por el Papa Francisco y es el cuarto obispo en estar a cargo de la congregación que nuclea a los partidos de Escobar, Pilar, Baradero, Campana, Zárate, Exaltación de la Cruz y San Antonio de Areco.
Una gigantografía de un sonriente Papa Francisco con la leyenda: “Monseñor Pedro, bienvenido pastor con olor a familia” recibía al flamante obispo, que llegó para suceder a monseñor Oscar Sarlinga, quien renunció semanas atrás envuelto en denuncias. El arzobispo metropolitano de La Plata, Héctor Aguer, fue el encargado de ungirlo en su nueva misión, tras leer la designación del sumo pontífice y entregarle la sede y el báculo característico con los que luego hizo su primera homilía.
Laxague, quien viene de cumplir más de veinte años como obispo auxiliar en la Arqudiócesis de Bahía Blanca, pidió rezar por sus predecesores en el Obispado de Zárate-Campana y afirmó: “No soy fiscal, no me interesa saber de nada, me interesa seguir caminando: no vengo a investigar nada”. Además, prometió visitar las ciudades que conforman la Diócesis y ayudar a sus respectivos párrocos: “Estar cerca es lo que nos pidió Jesús”, concluyó.
El cardenal Mario Poli, el nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig, prelados de varios puntos del país, funcionarios del gobierno de la provincia y varios intendentes de la zona -entre quienes estaba el de Escobar, Ariel Sujarchuk- participaron de la ceremonia. Mientras que entre el público había abanderados escolares que portaban las insignias nacional, provincial, municipal y de la Santa Sede, junto con integrantes del Movimiento Scout que se acercaron al lugar.
