La travesía duró casi tres meses y abarcó un recorrido de más de seis mil kilómetros, de norte a sur del país. El albañil, de 68 años y oriundo de Maquinista Savio, fue recibido en la plaza de Escobar. Su objetivo: la construcción de una escuela adventista en el distrito.
Primero fue el calor, intenso y ardoroso, que se asociaba con la altitud del norte del país. Después, el frío del sur, capaz de entumecer el cuerpo de cualquier mortal. Y, finalmente, las altas temperaturas otra vez. Pero ninguno de estos obstáculos impidió que Ramón Verón cumpla su objetivo: recorrer el país de La Quiaca a Ushuaia a bordo de su bicicleta. Misión cumplida para el vecino de Maquinista Savio, que este domingo culminó la travesía en la plaza principal de Escobar, frente a su gente.
Funcionarios municipales, miembros de diversas comunidades adventistas de la zona, familiares y personas allegadas recibieron en el centro de la ciudad al veterano ciclista, que recorrió más de seis mil kilómetros y que llegó acompañado por otros amantes de los rodados que se sumaron en el tramo final.
El 8 de noviembre pasado había comenzado la travesía de este albañil de 68 años, que desafió a cualquier ley de la naturaleza. Su afán por subirse a una bicicleta, la fe en Dios y las ganas de cumplir el sueño de que se construya una escuela adventista en el distrito fueron el principal amparo para él en los momentos difíciles.
El propio protagonista reconoció a El Día de Escobar que muchas veces pensó en dejar y volverse a su querido Maquinista Savio, pero en esos momentos fue cuando sus creencias religiosas y quienes lo acompañaron en esta aventura más lo empujaron a seguir adelante en el viaje.
Un matrimonio amigo, que lo acompañó en la casa rodante donde dormían y comían, junto a su hija Florencia, encargada de manejar las redes sociales, fueron el soporte esencial para llegar a la meta sin problemas. “Sin ellos, no sé si lo hubiera podido hacer”, reconoció Ramón.
Una infinidad de ciudades, pueblos chicos, paisajes e historias con la gente quedarán en las retinas y en la mente de este vecino, aunque aún falta tiempo y dinero para llegar a los 6 millones de pesos y poder concretar la escuela tan soñada que lo impulsó recorrer el país de punta a punta en su bicicleta.
Donaciones para una escuela
Quienes quieran aportar a la cruzada pueden donar dinero a través de Pago Fácil, bajando el cupón de pago desde la página web oficial de Todos por una Escuela, a través de PayPal o mediante transferencia bancaria. “Con que un millón de personas pongan seis pesos, llegamos”, señaló entre risas Verón.
Por Alejo Porjolovsky