Matrimonio de Escobar pide la restitución de una nena que tuvo en custodia judicial

La pareja recibió a la beba cuando tenía tan solo un mes. A los tres años, la justicia ordenó que sea dada en adopción sin tener en cuenta el vínculo que se generó en la familia. Imploran que “alguno de los jueces tenga sentido de humanidad y sensibilidad”.

lunes 05 febrero, 2024

Sin consuelo. Mariana y Marcelo no logran superar su dolor. «Éramos una familia», sostiene la mujer.

La pareja recibió a la beba cuando tenía tan solo un mes. A los tres años, la justicia ordenó que sea dada en adopción sin tener en cuenta el vínculo que se generó en la familia. Imploran que “algún juez tenga sentido de humanidad y sensibilidad”.

Mariana y Marcelo Ikonikoff forman parte del programa de Acogimiento Familiar del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través del cual recibieron en su casa a una beba de un mes que, tres años después, la justicia ordenó que sea dada en adopción sin tener en cuenta el vínculo que se generó en la familia por la demora del juzgado para decidir su caso. Ahora, ellos piden que la nena sea restituida a su hogar.

“Sólo le pido a alguno de los jueces que tenga sentido de humanidad y sensibilidad. Que tenga piedad por lo que está viviendo esa niña y lo que estamos pasando nosotros, éramos una familia”, aseguró Mariana, de 51 años, en diálogo con Télam.

En 2015, ella y su marido se inscribieron en el programa para “acompañar a los niños en situación de vulnerabilidad o que están siendo judicializados, durante el tiempo que dure ese proceso”, explicó, y también remarcó que “la justicia sugiere que ese tiempo no se prolongue por más de seis meses”.

Para resguardar la identidad de la pequeña que hoy tiene tres años, Mariana prefirió identificarla como Mimi y relató que llegó a su hogar, en Belén de Escobar, cuando apenas tenía un mes: “Era muy chiquitita para la edad que tenía y con el tiempo fuimos viendo sus avances en cuanto al crecimiento, al desarrollo y la sociabilidad con los demás”, apuntó la mujer.

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El matrimonio llegó al programa del gobierno porteño a través de la ONG Familias Abiertas, de Bella Vista, que tiene un convenio con el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, explicó Mariana. Y remarcó que ya el año pasado comenzó a manifestar ante la organización su preocupación por el vínculo que se había generado con la niña.

“Desde el principio le contamos a Mimi que estaba con nosotros de manera transitoria, que en algún momento era probable que se tenga que ir a vivir a otro lugar, pero el año pasado empezó a angustiarse cada vez que hablábamos de su egreso. Ella dice que su familia somos nosotros y eso fue lo que les dije a la gente de la ONG”, relató la mujer.

“En su momento me dijeron que por la pandemia no se podía ir a ver a ningún juez, que tenía que esperar, y el 15 de noviembre, de un día para el otro, nos comunican que la justicia cerró el pedido con la familia biológica y dispuso el estado de adoptabilidad de la nena”, explicó Mariana. Ante esa decisión, ella presentó “una medida cautelar de no innovar, es decir, que no cambien el hogar de residencia de Mimi”.

Este pedido fue rechazado, pero con esta presentación judicial los tutores señalaron que la nena tenía que irse a otro hogar porque “se incumplieron las reglas de una familia de acogimiento” y entonces comenzó un proceso de vinculación con otro hogar.

“Solo les pedí que el proceso sea cuidado, para que la nena no lo sufriera de golpe, con una adaptación entre los hogares. Nos dijeron que sí y al tercer día vinieron a mi casa dos hombres, uno era de la ONG y el otro un abogado, a decir que la nena se tenía que ir ese mismo día porque ya la habían dado en adopción”, señaló la mujer.

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“Ese día fue tremendo, Mimi no paraba de llorar, nos agarraba fuerte y querían llevarla a la fuerza. Sentí que tenía que llevarla yo misma al auto, le dije que iba a estar bien, que yo la amaba y que siempre la iba amar”, recordó Mariana entre lágrimas.

Después de ese suceso, los Ikonikoff presentaron un pedido de restitución que fue rechazado el 24 de diciembre por la jueza de primera instancia, decisión que fue apelada y pasó a la Cámara de Apelaciones, que es la que debe decidir si Mimi vuelve a su hogar en Escobar o no.

“Desde ese día que se la llevaron de acá no sé nada de ella, nos bloquearon los celulares, no nos responden, nos reunimos con gente de Ruaga (Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos) para saber cómo está, les hablamos del trauma horroroso que pasó la nena, que podrían haber esperado, y sólo nos dijeron que nosotros éramos los culpables porque se había generado un vínculo”, relató Mariana.

El matrimonio espera la sentencia de Cámara -en la primera intervino el Juzgado Nacional en lo Civil Nº84- y presentó escritos para “que se determine si fue regular la guarda transitoria” que otorgaron, ya que les parece que la dieron “de manera exprés”, apuntó Mariana, y remarcó que “en todo el proceso se consideró a la niña un objeto, sin escucharla, ni evaluar lo que ella quiere y cómo se siente con nosotros”.