Manuel Gonçalves y Victoria Montenegro, dos historias de vida llenas de lucha

Ambos son nietos restituidos y dieron una charla en Escobar. Gonçalves recordó la lucha que llevó a cabo para encarcelar al asesino de su padre: Luis Patti.

lunes 05 febrero, 2024

Victoria Montenegro y Manuel Gonçalves dieron una charla de una hora en el Centro Cultural "Macacha Güemes".

Bajo el lema “Ni un genocida libre en esta Patria”, se realizó este jueves 16 a la tarde en el Centro Cultural “Macacha Güemes” de Escobar una charla debate con la presencia de los nietos restituidos Victoria Montenegro y Manuel Gonçalves Granada, quienes brindaron un emotivo testimonio de sus luchas e historias personales.

“Para mí es muy especial venir a Escobar”, expresó Manuel, cuyo padre militaba en Montoneros y vivía en esta ciudad, donde fue secuestrado y brutalmente asesinado. El cuerpo de José Gonçalves fue encontrado el 2 de abril de 1976 junto a otros dos cadáveres baleados y quemados a orillas del río Luján, en cercanías del barrio El Cazador. Pero los restos fueron enterrados como NN en el cementerio municipal y recién pudieron ser identificados años atrás.

“Hasta que recuperé mi identidad, a los 19 años, no tenía ninguna vinculación con Escobar. Desde entonces tuve una relación difícil de poner en palabras, porque tuve que asociar todo lo malo que había vivido mi mamá y mi papá con este lugar, pero por otro lado también Escobar era el lugar donde yo empecé a encontrar esa verdadera historia que me habían donado”.

“En Escobar, si bien falta mucho por hacer, el cambio empezó. Antes no podíamos hablar con un micrófono, no podíamos hacer un acto en la plaza, y no podíamos porque justamente quien ejercía el poder político en este lugar era Luis Patti, ese viejo policía que todos estos viejos militantes ya en los ’70 empezaron a padecer”, agregó Gonçalves.

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Manuel centró su relato en la lucha que llevó a cabo por encontrar los testimonios necesarios para encarcelar a Patti, quien se desempeñó en el centro de detención clandestino que funcionaba en la comisaría local. “En un principio a la causa de mi papá no la quería nadie: era una lucha desigual, ya que no teníamos a los medios de nuestro lado. Sin embargo, el gran trabajo de la militancia permitió desenmascarar a Patti”.

Tras un intenso trabajo en la Cámara de Diputados para impedir que el ex comisario asumiera como legislador y pudiera escudarse en sus fueros, Patti fue finalmente acusado y detenido. “Entre todos logramos que Patti ya no sea una referencia política y que el Paufe ya no exista”, valoró Manuel, quien actualmente integra la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.

Por su parte, Victoria Montenegro también compartió con el público su difícil historia personal. “Cuando tenía 13 días, nos secuestran a mi mamá, a mi papá y a mí, en William Morris. Pasamos a estar los tres desaparecidos y aparezco a los 25 años, en el 2000, como María Sol Tetzlaff, hija de un coronel -Hernán Antonio Tetzlaff- del Ejército argentino”.

“Tengo la suerte de ser yo de nuevo y como soy muy feliz por haber podido conocer mi historia. También siento una responsabilidad muy grande por los hermanos que nos faltan. Ellos no se pueden imaginar lo que es la ausencia de una persona desaparecida, porque vos todos los días te preguntas si está en algún lugar, es terrible, necesitás terminar con esa duda. Y más con los nietos, porque sus abuelas y hermanos los buscaron siempre y merecen encontrarse con ese abrazo tan esperado”.

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“Si bien uno se apropia de los hermanos que faltan y hay muchos nietos que al principio fuimos un poco duros con aceptar nuestra historia, nosotros necesitamos que ellos sepan que tienen una familia hermosa, necesitamos que puedan encontrarse con ese abrazo que los está esperando hace muchos años”.

Por último, Montenegro expresó: “Necesitamos memoria, verdad y justicia, para que lo que nos pasó a nosotros no le pase nunca más a nadie. Necesitamos que los argentinos seamos capaces de escribir bien nuestra historia”.

“No todo ha cambiado”

Como se sabe, el local del centro cultural de Kolina donde se desarrolló el encuentro sufrió un ataque vandálico en horas de la madrugada, que incluyó rotura de vidrios, manchones con pintura y leyendas intimidatorias. Por eso, Manuel Gonçalves no pasó por alto el episodio y sentenció que “el ataque a este espacio significa que no todo ha cambiado. Falta un paso más. Hay que lograr que todos los espacios nos unamos para continuar construyendo un país mejor para todos”.