El ex intendente de Escobar atraviesa quizás el momento más difícil de su vida, luego de haberse sometido a una operación de la columna que arrojó imprevistas y severas consecuencias. Tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), Luis Patti quedó en terapia intensiva y, si bien logró reponerse, todavía sufre una avanzada disminución visual, que según los médicos del instituto Fleni requerirá un largo tratamiento de rehabilitación.
En la última semana de enero, el otrora líder político del distrito consiguió, mediante sus abogados, que el juez federal que interviene en su causa le permita una salida especial para operarse de una lesión en los ligamentos cervicales (por este motivo ya había tenido otras autorizaciones para atenderse en una clínica de Pilar).
Si bien el problema en su columna data de 1997 -en un accidente como copiloto de Turismo Carretera-, los dolores en su espalda permanecieron con los años por esfuerzos físicos inadecuados y se tornaron más intensos a causa de un fuerte golpe que sufrió en el penal de Marcos Paz, cuando se rompió una silla de plástico sobre la que estaba sentado.
Pocas horas después de la operación, que se realizó en el instituto Fleni de Belgrano, surgieron complicaciones. Sus mareos fueron el síntoma que delató un accidente cerobrovascular isquémico, causado por la aparición de un coágulo en el cerebelo. Patti debió permanecer varios días en terapia intensiva con serio riesgo de vida, aunque logró sobreponerse y a mediados de febrero entró en rehabilitación, en la sede que la misma fundación tiene en Loma Verde.
“De un ojo tiene limitado el campo visual y del otro no ve”, precisó a DIA 32 Ignacio Patti, que interrumpió su estadía vacacional para estar cerca de su padre en las horas más duras e inciertas.
Por su parte, Luis Patti Jr. -el mayor de los cuatro hijos del ex policía- señaló que su padre “está bien, consciente, nunca perdió el conocimiento ni la lucidez”. “Tiene que hacer rehabilitación durante un tiempo prolongado”, agregó, aunque sin poder estimar su duración. “En estos casos no se sabe cuánto puede tardar una persona en recuperarse, depende de su organismo. Hay gente que se rehabilita más rápido y otra que tarda más. De por sí, él ya tenía para tres meses de rehabilitación por la columna, a lo que ahora se suma esto”, explicó en declaraciones a esta revista.
Pese a estar acostumbrado a enfrentar situaciones riesgosas, Luis Patti acusa recibo de su estado actual. Anímicamente no es el mismo, afectado por la disminución visual y la pérdida de estabilidad que lo aquejan. Todos los días está junto a él su esposa, la escribana Elizabeth Mansur, en una habitación custodiada por personal penitenciario en la que sólo pueden visitarlo un puñado de familiares y allegados.
Sobre su futuro inmediato se ciernen varios interrogantes. Los primeros, cómo evolucionará su cuadro y hasta cuándo obtendrá autorización del juez para rehabilitarse fuera de la prisión a la que ingresó en noviembre de 2007, acusado de participar en crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Por delante también le queda, precisamente, enfrentar el juicio oral por esas causas. De ahí en más, su cautiverio puede tornarse aún más extenso o virar en la libertad que anhela recuperar. Si se da la segunda opción, todos siguen creyendo que saldrá a dar pelea para volver a la Intendencia de Escobar.
Artículo publicado en la edición de marzo de DIA 32 (disponible en todos los puestos de diarios y revistas del partido de Escobar)