Gabriela Garrone, Viviana Gaitán, Sebastián Rey, Mario Flamenco y Juan Esquivel decidieron conformar el Bloque Peronista Unidos por Escobar. “Esto permitirá ampliar el espacio de debate en el Concejo Deliberante”, afirmaron.
La convivencia duró apenas seis meses. En realidad, unos días antes de que se cumplan, los cinco concejales que responden al ex intendente Sandro Guzmán decidieron separarse del espacio comandado por Jorge “Acero” Cali para dar vida al Bloque Peronista Unidos por Escobar (UPE).
El alejamiento se formalizó este jueves, con la presentación de la nota pertinente en la Mesa de Entradas del Concejo Deliberante. En ella argumentan que tomaron esta decisión para “lograr autonomía a la hora de realizar la lectura de los expedientes, brindar opiniones y dirimir los temas de interés de los vecinos”.
“Esto permitirá ampliar el espacio de discusión y debate dentro del Concejo Deliberante, indispensable para tomar decisiones que beneficien al partido de Escobar y sumen a la gestión que lleva adelante el intendente Ariel Sujarchuk”, expresaron los ex Bloque Néstor Kirchner, Frente para la Victoria y Frente Renovador.
La nueva bancada tendrá como presidenta a Gabriela Garrone, otrora secretaria de Desarrollo Social del Municipio, a quien acompañan Viviana Gaitán, Sebastián Rey, Mario Flamenco y Juan Manuel Esquivel. Los cinco integraban desde abril el bloque PJ 17 de Octubre, junto a Cali y María Rosa Pereyra, quien estaba a cargo de la presidencia apenas de manera formal.
La ruptura no resultó tan sorpresiva si se tienen en cuenta las indisimulables diferencias entre Garrone y Pereyra, que incluso quedaron evidenciadas en la última sesión. Pero no está claro si ese fue el motivo determinante.
Por lo pronto, la situación deja mal parado al presidente del Concejo Deliberante, quien en la práctica manejaba los hilos del bloque. La fuga de los discípulos de Guzmán no sólo deja al desnudo un déficit en su rol de conductor sino que el día de mañana podría poner en riesgo su permanencia al frente del Legislativo.
El tiempo revelará si las intenciones del quinteto de concejales van o no más allá de “ampliar el debate en el Concejo Deliberante”, como declamaron. Lo que no deja dudas es que la decisión tomada fue un golpe al mentón para “Acero” Cali, cuyos avales para mantenerse en el estrado del parlamento local quedaron reducidos al mínimo.