La directora del establecimiento, Fernanda Bigliani, aseguró que la sociedad escobarense está colaborando “como nunca antes” con la institución. “De a poco, van cambiando las cosas”, afirmó.
Que la situación del hospital provincial Enrique Erill es deficitaria desde todo punto de vista no es ninguna novedad. Como tampoco el silencioso y continuo trabajo de su asociación cooperadora y el apoyo que el Municipio está brindando en los últimos dos años. Pero no son las únicas manos que ofrecen su ayuda para sacar a flote al sanatorio de la avenida Tapia de Cruz.
“Los ejemplos siempre son activadores de nuevas acciones. Este es un buen ejemplo y esperamos que active una cadena de nuevas acciones buenas”, expresaba en marzo la directora ejecutiva del Erill, Fernanda Bigliani, luego de que el intendente Ariel Sujarchuk le entregara un subsidio municipal de un millón de pesos para afrontar las necesidades más urgentes.
Su teoría se confirmó rápidamente, porque las obras y donaciones que ya habían comenzado a llegar desde el año anterior empezaron a multiplicarse tras aquel acto oficial.
Dos semanas después, la Cámara de Comercio y el Rotary Club de Escobar donaron al sanatorio un electrocardiógrafo de tres canales que adquirieron en conjunto con fondos de una colecta pública. Seis días más tarde, el gobierno de María Eugenia Vidal inició a la remodelación de la guardia. Y al mes siguiente, el jefe comunal volvió a hacer entrega de una importante suma de dinero: en esta ocasión, fueron $231.900, recaudados en el partido de fútbol a beneficio que ex futbolistas y artistas jugaron en el polideportivo Luis Monti.
Además, las autoridades del hospital, junto a Sujarchuk y miembros de la asociación cooperadora, inauguraron el martes 27 de junio una nueva sala para los médicos residentes de guardia, la cual se construyó y acondicionó con recursos obtenidos a través de distintas donaciones.
Con menos resonancia y visibilidad que estas contribuciones, la ayuda sigue llegando al Erill: ropa de cama, abrigos, artículos de grifería, pinturas y hasta obras de arte fueron ofrendadas por vecinos, comerciantes y desde distintos sectores de la sociedad civil escobarense, sensibilizados por la situación que atraviesa el hospital.
“Desde que asumimos quisimos abrirnos a la comunidad, porque el hospital es de todos y tiene que haber lugar para el voluntariado. Al principio nos costó, pero después la gente se empezó a acercar lentamente y ahora tenemos una lista infinita de voluntarios de distintas formaciones y agrupamientos que se acercaron con la sencilla motivación de ayudar”, expresó Bigliani a El Día de Escobar, tan orgullosa como agradecida.
“Por diversos motivos, pudimos sumar y unir voluntades para hacer el bien. Y creo que, de a poco, van cambiando las cosas y vamos tomando más conciencia de cuál es nuestra función y la misión que tiene el hospital. Me parece que, si seguimos así, vamos a ir mejorando todos y eso es lo que nos tiene que motivar. La lucha es terrible, es del día a día, pero es lo que nos tiene acá, sino estaríamos haciendo otra cosa”, concluyó la facultativa.
Lista de donaciones de 2017
– Club de Leones de Belén de Escobar: Insumos médicos y pintura.
– Colegio Modelo de Escobar: Pintura para el edificio.
– Damas de Escobar: Artículos de hogar para el sector de Maternidad.
– Equipo Castagnaro: Mantas de tela polar para el área de Neonatología y de Pediatría.
– Fundación Art at Hospital International: Obras de arte para todos los pisos del edificio.
– Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión: Refacción completa del sector de Pediatría. Además, abrieron una feria americana en la calle Estrada a total beneficio del hospital.
– Payamédicos: Colaboración permanente en el servicio de Pediatría y para trabajos varios.
– Rotary Club de Belén de Escobar: Instrumental, insumos médicos y un electrocardiógrafo de tres canales, esto último en conjunto con la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Escobar.
– “Todos Somos Uno”: Regalos para El Día del Niño.