El gaucho correntino radicado en Belén de Escobar desde 2004 volvió a coronarse como el mejor jinete a crina limpia del país. Se alzó con más de $100 mil en premios y el anfiteatro José Hernández lo despidió de pie.
En una definición para alquilar balcones y ante más de 20.000 personas que colmaron el anfiteatro José Hernández, Ricardo Pucheta (38) se consagró tetracampeón del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, cuya 52° edición finalizará este lunes con la clásica “noche extra”.
Tras el subcampeonato de 2015 y el tercer puesto de 2016, el jinete correntino radicado en Belén de Escobar consiguió este domingo el título que fue a buscar con todo su coraje, destreza y humildad a las sierras cordobesas. Sin embargo, la décima y última fecha no fue apta para cardíacos.
Pucheta había recuperado la punta el sábado y llegó a la última noche de la categoría crina limpia -la más difícil- con tan solo dos puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, lo que auguraba una final apretadísima. Pero esta vez la suerte estuvo de su lado: a pesar de caerse del lomo del reservado Pa Los Gauchos de Fassi y no poder sumar puntos, su coprovinciano Miguel Barbona, quien había saltado al campo en primer lugar, tampoco pudo aguantar los ocho segundos reglamentarios arriba del Pinino de José Perret y le dejó el camino allanado a la corona.
De esta forma, a pesar de la buena performance del bonaerense Roberto Chiclana, que venía tercero y, por ende, le aportó más intriga al resultado final, los 66,98 puntos acumulados en las nueve fechas anteriores le alcanzaron a Pucheta para poder repetir los hitos de 2012, 2013 y 2014 y convertirse nuevamente en el mejor domador del país, levantando el aplauso cerrado del público.
A diferencia de aquellas victorias, en los que representó a las delegaciones de Jesús María y su Corrientes natal, respectivamente, en esta 52° edición del Festival de Doma y Folklore el jinete sauceño radicado desde 2004 en el barrio escobarense Lorenzo Torres representó a la delegación de Capital Federal por cuestiones organizativas.
Los otros campeones nacionales de Jesús María fueron Emilio “Rafa” Prátula, también de la delegación Capital Federal, en la categoría “gurupa sureña”, con un puntaje de 91,66; y Alfredo “Tato” Ramos, de La Pampa, que con un acumulado de 82,32 puntos conquistó el primer puesto en “bastos con encimera lisa”.
Además de ganar popularidad, Pucheta se alzó con una verdadera montaña de premios: más de $100.000, una rastra de plata con aplique de oro en cinto de cuero y una medalla de plata, además de una cocina, un jamón artesanal y un exclusivo poncho, entre otros productos entregados por los sponsors del prestigioso festival.
Tanto la monta como la premiación y la vuelta de honor al campo de jineteada fueron transmitidas en vivo por la TV Pública.
Pese a todo, no quedan dudas de que la recompensa más importante no es el dinero ni los objetos materiales, sino el reconocimiento mayúsculo de sus pares, muchos de ellos más jóvenes que él, y de todo el mundo campero argentino, en cuyo libro Ricardo Pucheta escribió una nueva página dorada.
Por Damián Fernández