Llamaba al 911 para hacer amenazas de bomba: lo detuvieron en Garín

Se trata de un hombre de 43 años que vive junto a sus padres. Había dado varios avisos falsos de explosivos en Pilar, San Isidro y Quilmes.

allanamiento en el domicilio del hombre acusado de hacer las amenazas de bomba al 911

Un hombre de 43 años fue detenido este lunes en la localidad de Garín por realizar falsas amenazas de bomba a supermercados y a edificios municipales de distintos puntos del Conurbano bonaerense.

La investigación comenzó luego de que la Policía recibiera varias llamadas al 911 con supuestas amenazas de bomba. Los destinos eran todos en la provincia de Buenos Aires y siempre se trataba de edificios reconocidos: dos supermercados -uno en Pilar y otro en Quilmes- y la municipalidad de San Isidro.

En los audios de esas llamadas se nota una voz pregrabada, muy similar a las que utilizan las aplicaciones de traducción, que repite una y otra vez la misma frase. “Hay un coche bomba en el estacionamiento del supermercado de Pilar”, dice en el primer llamado recibido por el 911. Ante cada consulta del operador, la voz pregrabada repetía el mismo mensaje.

Minutos después, cambió de destino, pero el modus operandi siguió siendo el mismo. “Hay una bomba en la municipalidad de San Isidro y Quilmes, van a explotar en tres horas”, decía. En este segundo caso, la comunicación duró algunos segundos más y el agresor repitió las amenazas varias veces.

el shopping Palmas de Pilar fue desalojado el viernes por una amenaza de bomba
Falsa alarma. Desalojo en el shopping Palmas de Pilar por una amenaza de bomba (Foto: Pilar a Diario).

El último de los llamados también fue hacia el Sistema CATE 911. Allí volvió a amenazar contra los supermercados: “Hay un coche bomba en el estacionamiento del supermercado de Pilar y de Quilmes”. Esta amenaza involucró al shopping Palmas de Pilar, que el viernes a la noche tuvo que ser desalojado de urgencia.

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Tras una serie de tareas de investigación, la Superintendencia de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense logró identificar que una de las líneas desde la que salían los llamados estaba a nombre de un ciudadano con domicilio en Garín.

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A partir de ese dato, el Juzgado Federal de Campana otorgó una orden de allanamiento. La misma se concretó esta madrugada en una vivienda del barrio Cabot ubicada sobre la calle Piedrabuena. En ese domicilio los uniformados detuvieron a Nelson Manuel Vilca, un hombre de 43 años que vive con sus padres, dos jubilados dueños de un kiosco.

En el allanamiento también advirtieron que uno de los dos celulares del detenido estaba adulterado y registraba “nula” la tarjeta SIM. Esta particularidad hace presumir que ese sería el dispositivo que utilizaba para realizar las amenazas.

las computadoras y el sillón gammer que usaba el imputado por las amenazas de bomba
Allanamiento. Del domicilio del detenido secuestraron varias computadoras y celulares.

En el operativo, además, secuestraron cuatro celulares, cuatro discos externos y dos notebooks. También se llevaron un pendrive y dos CPU -una de ellas es Gamer- que serán analizadas en las próximas horas.

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Quién es el imputado

Fuentes policiales detallaron que Nelson Vilca se encuentra desempleado. Su último trabajo habría sido en una empresa automotriz. En su cuarto tenía un sillón gamer y una computadora específicamente acondicionada para realizar las llamadas. También adetectaron que la línea desde donde amenazó estaba a nombre de su hermano, que residiría en España.

el detenido por las amenazas de bomba se llama Nelson Vilca.
Captura. Nelson Vilca tiene 43 años y está imputado por el delito de intimidación pública.

Con respecto al perfil político, económico y psicológico del detenido, desde la Policía afirmaron que no está bajo tratamiento psicológico o psiquiátrico y que vive de lo que sus padres -jubilados- generan con el kiosco.

Aún no está clara la finalidad que persiguió el hombre detenido con estas amenazas. En su domicilio, no se encontraron pistas que puedan dar cuenta de alguna motivación política, religiosa, personal o ideológica. En ese sentido, creen que la exploración de sus dispositivos podría esclarecer ese punto.

El presunto autor de las comunicaciones quedó imputado por el delito de intimidación pública. Según trascendió, este miércoles será trasladado para que el juez González Charvay le tome declaración indagatoria.

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