Largas colas en los bancos de Escobar para cobrar jubilaciones y planes sociales

En contra de todas las recomendaciones de distanciamiento social para evitar contagios de coronavirus, este viernes a la mañana se vio un paisaje atípico para lo que fueron los últimos días de cuarentena en el partido de Escobar. Cientos de vecinos se agolparon en las puertas de los bancos para cobrar jubilaciones y planes sociales, en una situación entre caótica y desordenada similar a la que se vivió en casi todo el país.

Con filas que, en la mayoría de los casos, superaban la cuadra de extensión, las entidades financieras volvieron a abrir sus puertas después de poco más de dos semanas sin atención al público. La finalidad era que jubilados y pensionados que no cuentan con tarjeta de débito puedan percibir sus haberes por caja.

Las filas más nutridas se vieron en la sucursal de Efectivo Sí, donde muchos adultos mayores cobran sus jubilaciones, al igual que en las dos sedes del Banco Nación, sobre la avenida Tapia de Cruz -frente al hospital Erill- y en la calle Mitre al 600.

Efectivos de la Policía Bonaerense, personal de Defensa Civil, una ambulancia del SAME y voluntarios del Municipio trabajaron mancomunadamente para tratar de controlar la situación y que no haya problemas, a pesar del absoluto desconcierto imperante.

“Muchas personas hacen la rutina a la que están acostumbradas: vienen a cobrar sus haberes y se van directamente al supermercado a hacer las compras”, analizó uno de los integrantes del operativo en diálogo con El Día de Escobar.

Justamente, la otra postal de la jornada eran las colas en las diferentes tiendas y comercios ubicados en el centro de la ciudad.

En las horas previas, personal de Defensa Civil había demarcado en la vereda con aerosol líneas a un metro y medio de distancia para quienes esperaran a ser atendidos. Pero no muchas personas obedecían.

La excepción a la regla fue el Banco Provincia. En toda la cuadra se impidió estacionar vehículos para que hubiera mayor espacio y los clientes hicieron la fila respetando la distancia preventiva. Mientras tanto, algunos empleados salían a la puerta y trataban de asesorar a los clientes.

Lo llamativo fue que una gran cantidad de vecinos se acercaba con el fin de depositar dinero o cheques, o para abonar servicios en la caja. Algo que, hasta el momento, no está permitido realizar.

Las entidades financieras estaban cerradas desde el viernes 20, cuando se inició el aislamiento social, preventivo y obligatorio,. Por eso, muchos beneficiarios de pensiones o jubilaciones que no usan tarjeta de débito se vieron impedidos de cobrar su dinero y este viernes acudieron masivamente.

Ante el aluvión de gente, los bancos permanecerán abiertos durante el fin de semana para atender a jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales y clientes que no cuenten con el plástico para usar en el cajero automático.

Por Alejo Porjolovsky