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En el marco de los festejos por las bodas de oro de la exposición más importante de la floricultura argentina, Soledad Pastorutti se presentó este sábado a la noche en el escenario de la Ciudad Floral y brindó un show espectacular, con entrada libre y gratuita. Cientos de personas, incluyendo fans de distintos puntos del país, vibraron a la par en el precierre de la 50º Fiesta Nacional de la Flor.
“La Sole” subió al escenario, emplazado en la zona comercial de la feria, cerca de las 21 para entonar con esa voz inigualable veinte canciones de su surtido y rico repertorio. Temas como Vivir es hoy y Mi consejo abrieron el set de un show en el que los fans fueron protagonistas, aportando el color y el calor necesario para brindar el marco ideal.
Clásicos como La Salida, Puerto Tirol y Entre a mi pago sin golpear -estos últimos del primer disco, Poncho al viento (1996)- fueron parte de una lista de temas marcada a fuego por las chacareras y hasta por algún que otro chamamé, como el conocido Santa Fe de mi querer. Soledad también cantó en algunos pasajes del recital junto su hermana Natalia.
Pero como no podía ser de otra manera, el cierre del espectáculo llegaría de la mano de algunos de los cuantiosos hits de “La Sole”. Primero con el incónico A Don Ata, saciando las ganas de revolear lo que se tenía a mano –mucho calor para un poncho-, seguido por El tren del Cielo e interpretando luego a dúo con el ya enloquecido público los pegadizos El Bahiano y Cariñito, para finalmente bajarle el telón a 90 minutos deslumbrantes con el clásico Brindis.
Soledad volvió a presentarse en el mismo escenario donde hace 18 años dio el puntapié inicial de su carrera.
La cantora oriunda de la localidad santafesina de Arequito se hizo tiempo durante el show, fiel a su estilo, para reflexionar sobre la importancia de los valores y fundamentalmente para agradecer a la agrupación tradicionalista local La Collera, que en 1995 la trajo a Escobar para brindar su primer recital importante y que a la postre sería el puntapié inicial de una carrera signada por el éxito.
“Aquel 4 de noviembre fue una noche que es recordada con mucho cariño por toda nuestra familia, vinimos por el chori y la coca y encima vendimos todos los casettes que trajimos. Esa noche para nosotros marca el inicio de nuestra carrera, más allá del Cosquín que todos recuerdan”, señaló la excelsa interprete en el día de su cumpleaños 33.
Por su parte, el presidente de La Collera, y a su vez vicepresidente de la Sociedad Civil Fiesta Nacional de la Flor, Oscar Staffa, subió al escenario para dedicarle unas palabras y entregarle a “La Sole” un bello presente.
El infaltable momento del poncho al viento llegó, como no podía ser de otra manera, con el emblemático A Don Ata.
