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Nacida el 30 de octubre de 2012 en la localidad de Garín, la Orquesta Tunquelén es mucho más que un conjunto musical: es un espacio donde la inclusión y la alegría se entrelazan con los sonidos de instrumentos latinoamericanos. Por eso, ADN Escobarense le dedicó el quinto episodio de su temporada 2024.
Bajo la dirección de la profesora Sonia Alicia Miño Galvez y la coordinación de Oscar Portillo, la Orquesta Tunquelén tiene 240 integrantes de entre 7 y 22 años. “El nombre es una palabra mapuche, que significa lugar de descanso, lugar de paz. Lo eligieron los pibes”, cuenta Miño Galvez, resaltando la importancia de la participación activa de los jóvenes en cada aspecto de la agrupación.
La orquesta se estructura en tres niveles, según la complejidad de las obras: Inicial, Intermedia y Juvenil o Mayor. A pesar de las dificultades presentadas durante la pandemia, Tunquelén supo adaptarse y continuar sus actividades a través de herramientas digitales, manteniendo viva la llama de la música en tiempos difíciles.
Su repertorio recorre géneros musicales de toda Latinoamérica, permitiendo a los jóvenes explorar y conectarse con sus raíces culturales. “Es un lugar de encuentro donde podés expresar un montón de cosas”, comenta Florencia Lugrin, guitarrista de la orquesta. Este enfoque no solo les permite a los chicos y chicas desarrollar habilidades musicales, sino también descubrirse a sí mismos y formar lazos profundos con sus compañeros.
La dedicación y el compromiso de la comunidad también fue clave para el crecimiento de Tunquelén. Al respecto, Oscar Portillo destaca: “Abrimos una inscripción de un día de 70 u 80 vacantes y nada más. Si tuviéramos inscripción abierta sería imposible de contener”. En esta respuesta masiva se refleja el impacto de la agrupación en Garín y en todo el partido de Escobar.
En cuanto a la actividad del grupo, Guadalupe Macen, violinista, recuerda con emoción las presentaciones en Expo Escobar, en la quinta presidencial de Olivos y en el teatro Seminari de Escobar. “Es una experiencia única, que no se vive siempre”, afirma.
El deseo de viajar y conocer nuevas culturas a través de la música es un sueño compartido por todos en la orquesta. Con sus presentaciones, Tunquelén trascendió las fronteras escobarenses cuando viajó a la Patagonia y a Uruguay. Al respecto, Miño Galvez señala que las experiencias dejaron una huella profunda en cada uno de los jóvenes músicos. “Fue muy emocionante. Todos los años tenemos algo novedoso y siempre se nos presentan desafíos nuevos”, comenta la directora.
Por su parte, Lugrin, la joven guitarrista de la orquesta, asegura que “el viaje a Neuquén fue un momento muy lindo. Estuvimos conviviendo casi una semana y conocimos un montón de lugares. Además, tocamos con otras orquestas. Fue un viaje que nos unió un montón y fue de lo más lindo”.
Además de su valor educativo, la agrupación fomenta un sentido de pertenencia y colaboración. “Ya es una gran familia, donde el rol de aprender música es casi como una excusa”, afirma Miño Galvez. Es que la música es solo una parte de lo que Tunquelén ofrece a sus integrantes.
En definitiva, Tunquelén es un proyecto que creció desde la necesidad de ofrecer un espacio para la música en Garín y que, en palabras de Portillo: “es el lugar que nosotros hubiésemos querido tener cuando éramos pibes”.
En la actualidad, la orquesta es una realidad que no solo transforma vidas, sino que también construye un legado para las futuras generaciones de Escobar.
