Doloridos y furiosos por el homicidio de un joven, vecinos de Los Tulipanes prendieron fuego la vivienda del acusado, que tenía a maltraer al barrio. Está prófugo.
El ulular de las sirenas de los bomberos se adueñó durante la tarde de este martes 10 de la escena garinense. Es que durante casi cuatro horas los servidores públicos trabajaron para poder sofocar un feroz incendio intencional provocado en una vivienda del barrio Los Tulipanes.
El siniestro comenzó cerca de las 17, cuando un numeroso grupo de vecinos se acercó a la casa ubicada en calle Tomás Márquez y Olivetti con la intención de cobrarse venganza por el asesinato del joven Franco Medina (20), ocurrido el último domingo.
Si bien el voraz foco ígneo consumió la propiedad de Sergio “Tronco” Cerigñano y otras dos linderas -de familiares suyos-, no se registró victima alguna, ya que tanto el presunto homicida como su familia fueron alertados de la furia colectiva y huyeron horas antes del barrio.
Cuatro dotaciones y 25 bomberos del cuartel garinense combatieron durante cerca de cuatro horas el fuego que, ante la negativa inicial de los vecinos de dejar pasar a los voluntarios, se propagó a dos propiedades linderas donde residían familiares del joven sindicado como autor del asesinato.
Producto de las columnas de humo y el calor abrasador de la jornada, dos servidores públicos resultaron afectados por principios de asfixia y uno de ellos debió ser hospitalizado, según informó a El DIA de Escobar el jefe de los bomberos voluntarios de Garín, Adrián Peralta.
El origen de la venganza vecinal que redujo a cenizas casi tres propiedades se remonta al pasado domingo 8, cuando en horas de la tarde Cerigñano atacó en plena calle con el pico de una botella a Franco “Pancuca” Medina (20), quien esa noche fallecería en un nosocomio mientras estaba siendo operado.
“Los muchachos y vecinos del barrio lo conocían a Franco y desde el mismo domingo ya amenazaron con que iban a quemar la casa de Sergio. En realidad del “Chori”, su hermano, porque ya hay bronca desde antes con ellos por los robos que se mandan acá mismo. La gente fue acumulando, explotó y se las cobró todas juntas”, relató fríamente a este medio una vecina de Los Tulipanes.
Luego agregó que “Franco era un niño tranquilo, trabajaba y se llevaba bien con todo el mundo, no como los otros”. Sobre el motivo del mortal ataque, la vecina no dudó en afirmar que “lo mató porque no lo quería” y agregó que “ya se habían agarrado unas cuantas veces”.
Más allá de estas conjeturas, compartidas por todo el vecindario, lo concreto es que tanto el presunto asesino como su hermano y el resto de su familia se fugaron del barrio con destino incierto, escapando de la ley y la condena social. Dicen que podrían haber ido a San Juan, donde tienen familiares.
Por Damián Fernández
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