La diputada escobarense logró una partida específica de cinco millones de pesos para terminar el edificio. Pero su funcionamiento no está garantizado. Faltan obras de infraestructura y definir qué nivel del Estado lo mantendría.
En su primera intervención en el Congreso de la Nación, la diputada Laura Russo cumplió con lo que había prometido en la campaña electoral: reclamar la finalización de la obra y la puesta en funcionamiento del Hospital del Bicentenario de Garín. Sin embargo, no logró ningún compromiso firme por parte del oficialismo, que apenas aceptó incorporar una mínima partida en el Presupuesto 2018.
La legisladora escobarense señaló que el gobierno nacional anterior invirtió «más de 400 millones de pesos» en la construcción del futuro sanatorio, cuyo edificio se encuentra finalizado en un 90%. «Hoy es un elefante blanco, una cáscara vacía en estado de abandono y en franco deterioro», advirtió Russo, quien cuestionó que «desde diciembre de 20015» el proyecto no volvió a integrar el presupuesto nacional.
«Nada más saludable que un gobierno termine una obra que inició el gobierno anterior», concluyó la flamante diputada de Unidad Ciudadana en la sesión del jueves 21.
Su gestión dio como resultado la incorporación de una partida de cinco millones de pesos en el Presupuesto Nacional de 2018. Un monto que en el mejor de los casos podría alcanzar para terminar la obra edilicia, pero que de ninguna manera garantiza que el hospital vaya a funcionar en el corto o mediano plazo.
Todavía están pendientes las obras de infraestructura complementaria, como la readecuación hidráulica del arroyo Bedoya, y sigue sin resolverse la cuestión de fondo: qué nivel del Estado -Nación o Provincia- se hará cargo de mantener la puesta en funcionamiento del hospital, con los gastos de equipamiento, insumo y personal que ello implica.