[wppg_photo_slider id=»199″]
El evento se realizó con motivo del tercer aniversario de su fallecimiento. Contó con la participación de un ballet de danzas típicas oriundo de Ruoti, la ciudad de Italia donde nació el vecino ilustre escobarense.
Al cumplirse tres años de su fallecimiento, la Escuela Dante Alighieri le realizó un sentido homenaje al entrañable vecino escobarense Canio Nicola Iacouzzi, quien fue artífice de diversas instituciones y proyectos sociales para la comunidad.
El merecido reconocimiento se realizó el viernes 18 de agosto en el establecimiento de la calle César Díaz. Ese día, cientos de alumnos e integrantes de la comunidad educativa colmaron el gimnasio cerrado del colegio, donde durante toda la mañana se realizaron actividades bajo un clima de entusiasmo y emoción.
La atracción principal de la jornada fue la actuación del Gruppo Folk Miss 48, un ballet de danzas típicas oriundo de Ruoti, la pequeña localidad italiana de la provincia de Potenza -región de Basilicata- donde Iacouzzi nació el 6 de diciembre de 1916 y vivió hasta iniciada la adultez.
Tras su paso por la ciudad de Rosario, la agrupación fue recibida cálidamente por las autoridades docentes y los alumnos mayores del nivel secundario. Luego del desayuno de bienvenida, el director del ballet, Felice Faraone, dirigió unas palabras a los presentes, y más tarde sus bailarines subieron al escenario y se encargaron de brindar un entretenido y original espectáculo ruotesti, con el popular baile de la tarantella como estandarte.
Para no ser menos, un grupo de estudiantes de la Dante también realizó coreografías con las danzas y cantos tradicionales del sur de Italia, además de ensayar bailes folclóricos argentinos.
El homenaje culminó con la entrega de presentes y un almuerzo de camaradería en el mismo gimnasio, aunque las actividades continuarían el resto del día.
El ballet fue invitado especialmente a la ocasión por Rosa Iacouzzi, hija del referente social escobarense y encargada del departamento de lengua italiana en el colegio anfitrión.
Fue ella quien, tras el evento, condujo a los artistas europeos a una visita guiada por la ciudad, que incluyó una recorrida por la remozada plaza San Martín y algunas de las instituciones donde su padre dejó huella, como el Club Italiano, el teatro Seminari (ex Sociedad Italia) y APANNE. Además, hicieron una parada en la casa de la calle Colón en la que Canio vivió hasta sus últimos días.
La extensa jornada concluyó con una merienda compartida por la familia de Iacouzzi y el Gruppo Folk Miss 48, los protagonistas de este merecido homenaje a un hombre que siempre contribuyó al desarrollo de la comunidad.
Un “Tano” activo
Nacido en Ruoti, Italia, el ingeniero Canio Nicola Iacouzzi tenía 33 años cuando desembarcó en nuestro país, huyendo de la hambruna europea que dejó la Segunda Guerra Mundial, en la que combatió en el frente ruso siendo sargento del ejército italiano aliado al nazismo alemán.
Pese a haber llegado casi accidentalmente a Belén de Escobar, el destino que le dio a su vida terminó convirtiéndolo en un referente social de la ciudad. Su participación en la fundación y consolidación de diversas instituciones intermedias, así como su activo rol en la Comisión Pro Creación del Partido de Escobar -entre 1958 y 1959-, lo situaron en un destacado lugar de la galería de personajes de la historia local.
Su actuación en la comunidad le valió varias distinciones. Fue condecorado como “Cavaliere della Repubblica Italiana” (1992), “Ciudadano ilustre del partido de Escobar” (2004) y “Mayor notable argentino” (2005). Falleció el 7 de agosto de 2014, con 97 años muy bien cumplidos.
En suma, un hombre con todas las letras.