Detrás de cada estudio de Covid-19 hay un profesional que lo realizó y lo validó. A un siglo del inicio de la carrera y en el Día del Bioquímico, el reconocimiento a una tarea indispensable para los equipos de salud.
Detrás de cada estudio de Covid-19 hay un profesional que lo realizó y lo validó. A un siglo del inicio de la carrera y en el Día del Bioquímico, el reconocimiento a una tarea indispensable para los equipos de salud.
Una perspectiva distinta a la hora de atravesar estos tiempos de pandemia es considerar los aprendizajes que trajo consigo esta difícil realidad. Uno de ellos es visibilizar a los héroes anónimos de esas profesiones que resultan indispensables pero que, injustamente, suelen pasar inadvertidas.
En medio de la emergencia sanitaria que se está viviendo, es oportuno tener en cuenta que el 70% de las decisiones que se toman sobre diagnósticos, tratamientos, internaciones y externaciones derivan de datos de los laboratorios. Y aunque no hayan recibido aplausos desde los balcones, o ni siquiera se los nombre, quienes están detrás de las mesas de trabajo en estos lugares son los bioquímicos.
Desde hace ya cien años -en 1919 comenzó formalmente la carrera-, estos profesionales realizan una tarea indispensable para que un equipo de salud trabaje. Hoy, en cada dato que se maneja respecto del Covid-19 hay un bioquímico que lo realizó y -especialmente– lo validó, ya sea la RT_PCR, el dosaje de anticuerpos o las determinaciones de laboratorio que se les realizan a los pacientes en internación.
“Los bioquímicos ejercemos con pasión nuestra profesión, estamos en la primera línea de batalla contra la pandemia. Y aunque un DNU haya reducido a nuestros laboratorios a una ‘actividad no esencial’, siempre estuvimos trabajando por y para la gente, con nuestros laboratorios abiertos ya que, como profesionales de salud nos consideramos, somos y seremos esenciales», afirmaron los doctores Roberto García y Néstor Laikan, dirigentes de entidades bioquímicas regionales.
Cada 15 de junio se celebra en Argentina el Día del Bioquímico. «Nuestra tarea es claramente prioritaria y el hecho de no haber considerado a nuestros laboratorios así, marca el poco interés por la misma, o la escasa noción de cuán importante es”, agregaron García y Laikan, al tiempo que lamentaron «esta inmerecida falta de reconocimiento” por la profesión.
Un poco de historia
La Bioquímica es una carrera relativamente nueva en el concierto de profesiones de la salud. Su creación, debida al espíritu claro y emprendedor de Juan Antonio Sánchez, farmacéutico y doctor en Química (UBA), se produjo el 28 de noviembre de 1919. En esa fecha se trató y aprobó un proyecto presentado pocos días antes por el doctor Juan Antonio Sánchez (consejero por la Escuela de Farmacia) en el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la UBA.
Lo novedoso de la idea de Sánchez fue plantear la creación de una carrera, que estableciera una estrecha correlación entre los estudios médicos, fisiológicos, químicos y biológicos y fuera más allá del curso de post-grado establecido por entonces para la carrera de Farmacia que culminaba en el Doctorado en Farmacia.
Su propuesta, felizmente aceptada, fue la instauración del Doctorado en Bioquímica y Farmacia. Ese fue el nacimiento de una nueva profesión, Bioquímico, para dar respuesta a las exigencias que presentaban los avances en la medicina.
Posteriormente y en 1961, con las instituciones bioquímicas en franco proceso de expansión y consolidación, la entonces Confederación Bioquímica Argentina (CBA) propuso establecer como Día del Bioquímico el 15 de junio, en homenaje al natalicio del Dr. Sánchez. La decisión de la CBA fue luego tomada por todas las instituciones, uniendo así a todos los profesionales del área.
Desde su creación en la UBA, la carrera tuvo un sólido crecimiento en el país, como así también en otros países, particularmente de Iberoamérica.
Una profesión consolidada
La realidad indica que la Bioquímica es una profesión definitiva y particularmente consolidada, que abarca no sólo los análisis clínicos –con un número de especialidades más que significativo en cuanto a la clínica, tarea eminentemente asistencial, que fue aumentando en los últimos años–, sino, además, otras ramas del conocimiento tales como la Bromatología, Toxicología, Química Legal y Forense, Medio Ambiente, etcétera.
La amplia y sólida formación de los profesionales así lo permite y lo exige, y los horizontes de la Bioquímica desde mediados del siglo pasado se han abierto significativamente, ya que en su creación se apuntó esencialmente a la faz asistencial.
El afianzamiento es visible en las 20 universidades públicas y privadas que tienen a la Bioquímica como una carrera de grado, y en los más de 4.500 laboratorios esparcidos a lo largo y ancho del país como marcadores de la realidad de la profesión con alrededor de 20.000 profesionales en actividad.
La currícula también ha ido cambiando merced a los avances y hoy, en todas las universidades se cuenta con instrumentos ágiles que dan respuesta a las exigencias de estos tiempos. Respecto del conocimiento en el área, desde las épocas en que se creó la carrera al presente, el desarrollo fue incesante en todos los campos, lo que ha hecho aún más apasionante a la profesión.
Merece remarcarse, además, la introducción de nuevas metodologías, a partir de los años 60 con la introducción del RIE (radioinmunoensayo), para luego dar paso al enzimoinmunoensayo, la quimioluminiscencia, entre muchas otras, lo que permitió obtener niveles de sensibilidad y especificidad nunca antes logrados.
También nuevos marcadores y metabolitos con relevancia clínica que periódicamente se van introduciendo, lo que hace que el campo de la profesión sea cada vez más grande y definitorio en la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades. Y finalmente, la irrupción -más acá en el tiempo- de la proteómica y la genómica (entre los campos más prominentes) que cambió muchos paradigmas.
Bioquímicos en Buenos Aires
La hoy Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires fue creada el 10 de diciembre de 1960. Formalizaba la unión de una serie de zonas –llamados distritos- ya organizadas que reunían a los bioquímicos de la época. Posteriormente se formaron otros distritos y hoy son diez, que representan a 1.500 laboratorios y 1.900 bioquímicos a lo largo y ancho de la provincia.
En 1961, con 35 profesionales en ese momento, se fundó el Centro de Distrito V de la Federación, que nuclea la actividad de 13 partidos del noreste bonaerense y le brinda servicios a más de 1.100.000 habitantes de 60 localidades. Hoy la región tiene 135 profesionales y 110 laboratorios.
El partido de Escobar, por su parte, cuenta con 16 laboratorios y 19 bioquímicos asociados a la entidad, que este lunes celebran su día, en un año de circunstancias tan extraordinarias como desafiantes para una profesión que lleva cien años superándose.
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